WASHINGTON.- El Partido Libertario nominó el domingo al activista Chase Oliver a la presidencia, rechazando al exmandatario Donald Trump y a Robert F. Kennedy Jr. después que ambos pronunciaron discursos en la convención del partido.
Un tercer partido rara vez ha sido competitivo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y hace cuatro años el candidato Libertario obtuvo apenas el 1% de los votos.
Pero la decisión del partido ha atraído más atención este año en medio de un nuevo enfrentamiento entre Trump y el presidente Joe Biden, el cual podría decidirse nuevamente por un escaso margen en un puñado de estados sin clara preferencia política.
"¡Lo logramos! Oficialmente soy el candidato presidencial", publicó Oliver en la red social X el domingo. "Es momento de unirnos y avanzar por la libertad".
Trump se presentó la noche del sábado en la convención del partido en Washington, donde pronunció un discurso que fue abucheado en reiteradas ocasiones por muchos de los asistentes. No resultó en el apoyo que buscaba, si bien sus aliados republicanos lo elogiaron el domingo por tomar la decisión de presentarse ante un público hostil.
Kennedy tuvo una mejor recepción durante su discurso del viernes, en que atacó a Trump y a Biden por la manera en que abordaron la pandemia de COVID-19. Había hablado de obtener el apoyo de los libertarios y su respaldo le habría ayudado a acelerar el proceso de acceder a la papeleta en los 50 estados, el que es quizá el mayor obstáculo que enfrenta para ser elegible al primer debate presidencial, a realizarse en junio.
Los libertarios dan prioridad a un gobierno de menor tamaño y a las libertades individuales, con una combinación de posturas políticas que podrían considerarse liberales, conservadoras, o ajenas a ambas vertientes.
Oliver es un activista de Atlanta que previamente se postuló al Senado federal y a la Cámara de Representantes de Estados Unidos por Georgia.
- El sitio web de su campaña hace un llamado a realizar grandes recortes al presupuesto federal con el objetivo de estabilizar el gasto, abolir la pena de muerte, cerrar todas las bases militares estadounidenses en el extranjero y poner fin al apoyo militar a Israel y Ucrania.