Después que el huracán Beryl entró en Texas a primera hora del lunes, donde dejó sin servicio eléctrico a casi 3 millones de viviendas y hogares, y causó al menos 7 muertes, el meteoro se desplazó al este y posteriormente se degradó a depresión tropical, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos la noche del lunes.
La tormenta de rápido desplazamiento, que desató intensos aguaceros que obligaron a realizar decenas de rescates, amenaza con dejar un sendero de problemas en varios estados durante los próximos días.
Funcionarios locales y estatales en Texas advirtieron que restaurar el servicio eléctrico podría tomar días, ya que Beryl derribó 10 líneas de transmisión y varios árboles que causaron daños en el tendido eléctrico.
Después de que tocó tierra como un huracán de categoría 1, Beryl se debilitó en cuestión de horas a tormenta tropical y luego a depresión tropical, un ciclón de mucha menor magnitud. Pero los vientos y lluvias de Beryl aún eran lo suficientemente poderosos para derribar cientos de árboles debido a la saturación de la tierra, y dejaron decenas de vehículos varados en caminos inundados.
"No hemos dejado atrás las condiciones complicadas", dijo el vicegobernador de Texas Dan Patrick, quien se encuentra en funciones mientras el gobernador Greg Abbott se encuentra fuera del país. Patrick advirtió que sería "un proceso de varios días restaurar el servicio de luz".
Houston recibió un fuerte golpe, y la empresa CenterPoint Energy informó que más 2 millones de viviendas y negocios quedaron sin electricidad en la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos. Patrick indicó que la empresa desplegará a miles de trabajadores adicionales para restaurar el servicio.
Al menos dos personas murieron después de que árboles cayeron en sus casas, y el Centro Nacional de Huracanes señaló que los vientos dañinos e inundaciones repentinas continuarán a medida que Beryl avance sobre tierra. Una tercera persona, un empleado civil del Departamento de Policía de Houston, murió al quedar atrapado en una inundación bajo un paso elevado de una autopista, informó el alcalde de Houston, John Whitmire.
Sufren sin aire acondicionadoLos residentes sin servicio eléctrico tras el paso de Beryl hacían lo que podían.
"En realidad no hemos dormido", dijo Eva Costancio mientras veía al enorme árbol que había caído sobre el cableado eléctrico de su vecindario en Rosenberg, un suburbio de Houston. Costancio, de 67 años, dijo que llevaba varias horas sin luz y le preocupaba que la comida en su refrigerador se echara a perder.
"Tenemos problemas para conseguir comida y sería malo perder la que tenemos", dijo.
Funcionarios de Houston y el condado de Harris señalaron que se enviarán cuadrillas para restaurar el servicio eléctrico en la zona lo más pronto posible, una prioridad urgente para las viviendas que también quedaron sin aire acondicionado a mitad del verano. Las temperaturas, que bajaron un poco con la llegada de la tormenta, subirían nuevamente a alrededor de 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit) a partir del martes, según pronósticos.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso de altas temperaturas que indicaba que el índice de calor para la zona podría alcanzar los 41 grados Celsius (105 grados Fahrenheit).