La compañía de medios Free Speech Systems del teórico de la conspiración Alex Jones se declaró en bancarrota el viernes, pero su abogado dijo que no debería interrumpir el juicio por daños y perjuicios por difamación que se lleva a cabo en Texas y que busca obligar a Jones a pagar 150 millones de dólares o más para la familia de uno de los niños asesinados en el ataque de 2012 a la escuela primaria Sandy Hook.
El juicio en Austin, donde vive Jones y tiene su sede Free Speech Systems, concluyó su primera semana de testimonios el viernes y se espera que concluya la próxima semana. La declaración de quiebra fue anunciada por el abogado de Jones, Andino Reynal, al final del día.
Reynal y los abogados de la familia que demandaron a Jones le dijeron a la jueza Maya Guerra Gamble que la declaración de bancarrota no detendría la demanda.