- MIAMI, Florida
El presidente Joe Biden anunció el jueves una importante expansión de un programa de libertad condicional humanitaria para cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses que está reservada para aquellos que requieran sus beneficios a través de internet, paguen sus pasajes aéreos y consigan un patrocinador financiero por dos años.
Está sustentada en una medida vigente desde octubre que permite el ingreso legal de 24,000 venezolanos durante dos años siempre que cuenten con un patrocinador, pero al mismo tiempo expulsa y manda rápidamente de regreso a México a cualquier persona que cruce la frontera de manera ilegal, negándole la posibilidad de solicitar asilo.
Maria Antonieta Díaz, una contadora y empresaria nacida en Venezuela que lleva más de dos décadas viviendo en Estados Unidos, envío un mensaje de WhatsApp a sus excompañeros de escuela que viven en su país apenas el gobierno de Biden anunció el programa conocido como “parole” el 12 de octubre, ofreciéndose como patrocinadora. Compartió también la información del programa en sus redes sociales y en una página web y circuló un documento para que los interesados en tener un sponsor se inscribieran. Unas 40.000 personas le respondieron que querían conectarse con alguien que les ofreciera aval financiero, algunas de ellas en nombre de toda su familia.
Díaz patrocinó a 11 venezolanos, entre ellos un hombre que llegó con dos hijos adultos pero dejó en Venezuela a su esposa, una hija y su marido y a la nieta de seis meses porque no podían pagar el equivalente a unos 200 dólares necesarios para renovar sus pasaportes.
Muchas personas que viven en Estados Unidos tienen dudas o son reacias a ofrecerse como patrocinadores de extraños por temor a quedar atrapados en problemas o en deudas, dijo Díaz.
Biden anunció el jueves que hasta unos 30.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos podrían ser elegibles para el “parole” cada mes, allanándoles el camino para obtener un permiso de trabajo por dos años. Al mismo tiempo México aceptó recibir la misma cantidad de personas de esos cuatro países que ingresen ilegalmente a Estados Unidos, incluso a aquellos que buscan asilo.
Funcionarios de Estados Unidos destacaron que las llegadas de venezolanos disminuyeron un 90% desde que entró en vigencia la nueva política en octubre. Hasta entonces se ubicaban segundos entre los migrantes que más arribaban a la frontera, después de los mexicanos. Tras la invasión rusa, el gobierno de Biden concedió una medida similar de libertad humanitaria a unos 100.000 ucranianos.
LUCHAN POR AYUDAR A SUS FAMILIAS
Jenderson Rondón, un activista opositor del gobierno de Venezuela que conoció a Varner en la frontera con Colombia en 2019, llegó a Spokane en noviembre. No podía pagarse el pasaje de avión, pero el médico lo ayudó. Ya recibió su permiso de trabajo y ha solicitado empleo en restaurantes y hospitales con la esperanza de poder ahorrar y patrocinar a su madre y una hermana que quedaron en Colombia y tienen sus pasaportes vencidos.
El abogado venezolano Henry Nodales no conocía personalmente al doctor Varner, pero tenían amigos en común. Como no disponía de dinero, le pidió prestado a un amigo para pagar el pasaje con la esperanza de poder trabajar y ayudar económicamente a sus padres y hermana que aún viven en Venezuela.
“Tengo la oportunidad milagrosa de estar con estatus legal, un beneficio que muchísimos no tienen”, dijo Nodales, de 22 años.