- DALLAS, Texas
El fiscal general estatal de Texas, Ken Paxton, accedió a disculparse y pagar 3,3 millones de dólares de fondos de los contribuyentes a cuatro exempleados que lo acusaron de corrupción en 2020, lo que inició una investigación del FBI que sigue en curso sobre el republicano que lleva tres mandatos.
Bajo los términos de un acuerdo preliminar presentado el viernes, Paxton no reconoció culpa alguna en las acusaciones de soborno y abuso de poder, que ha negado durante años y que afirmó eran políticamente motivadas.
Pero Paxton sí se comprometió a hacer una notable disculpa pública a algunos de sus antiguos asesores de confianza, a quienes despidió o forzó a irse después que lo denunciaron al FBI.
Paxton los calificó de “empleados deshonestos” después de que lo acusaran de abuso de poder para ayudar a uno de sus contribuyentes de campaña, que también empleó a una mujer con quien el fiscal general estatal reconoció haber tenido una relación extramarital.
Ambas partes firmaron un acuerdo mediado que fue presentado ante la Corte Suprema de Texas y al que le seguirá otro acuerdo más extenso y formal.
En total, ocho miembros del equipo de Paxton se unieron a la extraordinaria revuelta en 2020 y fueron despedidos o renunciaron.
ACUERDA CON 4 DEMANDANTESEl fiscal general estatal dijo que llegó a acuerdos con los cuatro que demandaron bajo la ley de Texas para acabar con “este espectáculo desafortunado”.
“He escogido este camino para ahorrar dinero de los contribuyentes y asegurar que mi tercer periodo como fiscal general esté libre de distracciones innecesarias”, dijo Paxton en un comunicado.
La compensación de 3,3 millones de dólares no se pagará con dinero de Paxton, sino con fondos estatales, lo que significa que todavía necesita aprobación de la legislatura de Texas con mayoría republicana.