San Fernando, Tam.- La guerra por el dominio del territorio ha desencadenado una serie de enfrentamientos entre integrantes de células criminales antagónicas, perturbando la paz y la seguridad de cientos de familias que viven en comunidades rurales y pesqueras del norte del municipio de San Fernando.
Sobre la carretera estatal y brechas que comunican al poblado pesquero El Barrancón del Tío Blas, entre las comunidades rurales de Santa Rita y Pastores de esta localidad, se convirtió en un campo de batalla de los grupos delincuenciales.