Atribuidos a las altas temperaturas que aumentan la demanda de electricidad y sobre todo a las miles de instalaciones eléctricas no autorizadas por la CFE, mejor conocidas como "diablitos", los apagones se multiplican tanto en la ciudad como en el campo.
Desde el domingo y hasta este martes, algunas colonias y ejidos, seguían en penumbra, lo que provocó afectaciones, sobre todo en alimentos perecederos de la despensa y por las noches, cuando los mosquitos y el calor, no dejan conciliar el sueño.