Este fin de semana, a diferencia de otros a lo largo de los últimos meses, la explanada de la Casa de Ladrillo, no fue escenario de reunión de infinidad de familias, como había sido en las últimas semanas.
La razón: el casco de la exhacienda, se encontraba casi por completo a oscuras la madrugada del sábado y desde la noche del viernes.
- Visitantes que buscaban pasar un buen momento con sus familias, acudieron a la explanada pero se llevaron la sorpresa de que la penumbra recorría casi la totalidad de los jardines y zócalo adoquinados.
Corte de la luz eléctrica o apagón deliberado para frenar la muchedumbre que viernes, sábados y domingos inundan explanada, jardines y escaleras del edificio que data de 1889.
Al respecto se buscó a la directiva del ejido Río Bravo que encabeza Heraclio Tavárez, pues el núcleo que detenta la propiedad del inmueble del porfiriato, podría aclaras qué fue lo que pasó, pero debido a que era sábado, la oficina administrativa no se encontraba abierta.
Por lo pronto la incógnita de saber si fue una determinación del comisariado ejidal o corte por parte de la CFE, prevalecerá hasta la apertura nuevamente de las oficinas ejidales.