Como resultado de los constantes enfrentamientos armados entre bandas delincuenciales en lo que comprende la mancha urbana de la ciudad, sobre todo en la entrada de Reynosa a Río Bravo, en plena avenida principal, las balas alcanzaron lo que son las instalaciones del Hospital General.
Hace dos años una bala perdida acertó en el cuello de un vigilante que tenía dos días de haber sido contratado en el Hospital General, casi muriendo al instante.
Hoy las cosas son muy similares, poco o casi nada ha cambiado, las bandas delincuenciales siguen operando con total impunidad en el municipio.
Situaciones de riesgo son una constante.