Sin ningún tipo de regulación el número de deshuesaderos sigue aumentado a todo lo largo y ancho de las orillas del riel, siendo actualmente un promedio de 30 los que se dedican a la venta de partes usadas, creciendo aceleradamente los vehículos chatarra.
El panorama no es nada alentador debido a que además de representar un peligro de salud para las personas, ahí se crían todo tipo de animales alados y rastreros, la imagen es totalmente deplorable.
Residentes que viven enfrente de los yonques refieren que cómo no hay regulación alguna cada vez son más los que se vienen dedicando a la venta de auto partes, y para ello es de que estacionan vehículos chatarra en todas las orillas, dejando casi nada de espacio.