Las recientes y continuas precipitaciones pluviales han generado afectaciones a la carpeta de rodamiento en los tramos que más se transitan de manera cotidiana, producto, también, del paso de los años y el estancamiento del agua.
Son las arterias que registran un fluido permanente de vehículos, como en los accesos a los tianguis, por citar un ejemplo, en donde el agua de la lluvia ha generado mayores estragos.