Como resultado de las intermitentes balaceras y enfrentamientos armados, principalmente entre grupos delincuenciales, en la disputa por el territorio y todo el poder, pero, a la vez el miedo que ello implica, esto ha venido repercutiendo en la actividad comercial nocturna.
Poco a poco se ha visto diezmada, ante el temor y la incertidumbre de las familias que optan mejor por resguardarse en sus casas al caer la oscuridad.
Los acontecimientos de las últimas semanas en los que las fuerzas del orden se han visto totalmente rebasadas al imponer su ley el crimen organizado, aumentan el clima de inseguridad e incertidumbre que priva en las entradas y salidas de la localidad, asentamientos, brechas, y autopista.
La vida nocturna se sigue viendo trastocada por este tipo de situaciones de alto riesgo, y cada vez es menor el número de personas que, por las noches, se arriesgan a andar en la calle divirtiéndose, prefieren reunirse en casa, ante la impunidad que impera.
No es ninguna novedad de que, en centros comerciales y negocios que, antes por las noches, se encontraban bastante concurridos, sobre todo taquerías y centros nocturnos, así como bares, luzcan vacíos desde temprana hora, y una buena parte opten por cerrar temprano.
Son los jóvenes, aunque en menor cantidad, quienes aún se arriesgan a andar de rol, y que se les puede ver por las principales avenidas de la ciudad, aunque no como en aquellos años que podían divertirse sin sobresaltos.