El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, rindió un emotivo homenaje a las y los habitantes de la antigua villa de Padilla, quienes dejaron sus hogares para permitir la construcción de la presa Vicente Guerrero, que desde hace 50 años es un baluarte para el almacenamiento de agua.
Durante la significativa ceremonia para conmemorar estos hechos históricos, en el marco de la celebración del Bicentenario del Primer Congreso Constituyente de Tamaulipas, efectuado en la sesión extraordinaria y solemne del Congreso de Tamaulipas realizada en el histórico Viejo Padilla y donde develó cinco placas, entre ellas una de reconocimiento a las y los pobladores, donde el mandatario estatal
reiteró el agradecimiento a quienes aceptaron irse a otro lugar en beneficio del desarrollo de la zona centro de Tamaulipas. "Estamos conmemorando estos hechos históricos para agradecer a los pobladores de Padilla. Esta región, en la que hoy estamos disfrutando de ver a nuestra presa (Vicente Guerrero) que nuevamente vuelve a tener altos porcentajes de agua para el beneficio de todos", expresó.
Al pie del emblemático edificio que albergó a la escuela primaria "Miguel Hidalgo", ubicada justo a un lado de la presa, el gobernador, acompañado de la presidenta del DIF Tamaulipas, María de Villarreal, destacó la valentía y el sacrificio de los padillenses.
"Fue una sociedad que aceptó, no sin sinsabores, la reubicación para trasladarse a lo que hoy es Nuevo Padilla. Pero con una visión generosa de una generación que sabía que contribuirían, como lo acabamos de ver y mencionar, que la infraestructura de esta presa, a lo largo de más de 50 años, nos ha dado oportunidades para solucionar problemas que nos han aquejado para favorecer el desarrollo de distritos de riego y producción agrícola; para cooperativas pesqueras y para acciones de turismo que también puedan favorecer el desarrollo económico del centro de nuestro estado".
Villarreal Anaya subrayó la importancia de recordar y honrar el legado de los antiguos habitantes de la villa.
"Este ejemplo que nos dio la sociedad y el pueblo de Padilla todavía aquí, como una historia viva y presente, porque aquí están las generaciones que todavía vinieron a esta escuela primaria a recibir sus primeros estudios, sea un ejemplo para todos los tamaulipecos y las tamaulipecas".
El gobernador enfatizó que los antiguos pobladores son el ejemplo de "Una sociedad colaborativa, con un espíritu de solidaridad y humanismo en el que queremos estar y progresar todos los tamaulipecos y las tamaulipecas".
La ceremonia también contó con la participación de la señora María Cepeda, habitante del poblado, quien expresó su agradecimiento por la visita del gobernador Américo Villarreal Anaya y por realizar ese reconocimiento público.
"Es el primer gobernador que nos visita y que le pone atención a mi pueblo, el que me vio nacer. Estoy impactada y muy agradecida", dijo.
Al hablar a nombre de quienes fueron reubicados de ese lugar para irse a un pueblo nuevo, (Nueva Villa de Padilla), afirmó que pasaron 53 años para la visita de un gobernador en ese lugar.
"Ahora me siento tan feliz con esta visita tan enorme. Nunca pensamos que el señor gobernador y su familia pudieran venir a visitarnos, a venir a hacer todo esto. Estoy maravillada", concluyó.