Matamoros, Tam.
“Sólo queremos como regalo de Navidad nuestra cita para cruzar a Estados Unidos”, dijo Ricardo Sierra, un migrante venezolano que vive junto con su familia a la orilla del río Bravo y que en esta ocasión será una Navidad sin su pierna de jamón ni pavo ni regalos para sus hijos; es una festividad muy diferente a la de otros años.
Viviendo en una casita creada por lonas de colores, Ricardo vive con su esposa y sus hijos de 15 y 7 años de edad, esperando que se les pueda otorgar esa oportunidad de cruzar legalmente a los Estados Unidos.
Manifestó que tienen mes y medio en esta ciudad esperando cruzar, pero hasta el momento no han tenido suerte, incluso han pensado en llegar a los Estados Unidos de manera ilegal cruzándose el río.
“En estos días nuestra casa ya la teníamos adornada, ya habíamos comprado los regalitos, la comida para ese día; ahorita es lo que platico con mi esposa de todo lo que hubiéramos estado haciendo allá en estas fechas navideñas”, dijo.
Destacó que pese a estas adversidades, los venezolanos siempre están unidos y en este año se decidió llegar a esta aventura y travesía en busca de un mejor futuro para los hijos y la familia, ya que en Venezuela no tenían muchas oportunidades.
“Para estas fechas ya teníamos todo preparado para pasar una Navidad feliz, ahorita estamos como si fuera enero, tristes y muy pensativos; mis hijos son quienes van a resentir, ellos están acostumbrados a que mucho o poco, pero siempre tenían un regalo, pero este año no habrá tal”, indicó.
Aseguró que han estado intentado obtener su cita pero hasta el momento no se ha logrado y se buscó llegar a la frontera debido a que hay comentarios que sólo hasta dichas fechas habrá oportunidad de cruzar.
Ricardo aseguró que el cruzar el río Bravo de manera ilegal es una opción en estos momentos, aunque ya reforzaron la seguridad y levantaron la cerca muy alta, “Esto nos pone más pensativos y es preocupante para nosotros”.