Pese al peligro que representa el río Bravo y de que apenas el miércoles un venezolano estuvo a punto de morir ahogado, el jueves un bebé también casi pierde la vida al ser llevado por su padre entre el agua de este caudal en otro cruce masivo de migrantes desesperados.
La tarde del jueves, de nueva cuenta alrededor de 100 personas se aventaron a las aguas del río, la mayoría logró cruzar, sin embargo, hubo un adulto y un menor que estuvieron a punto de morir, pero fueron rescatados por sus acompañantes.
El cruce masivo se registró a la altura de la avenida Tamaulipas y Bravo, donde se congregaron los migrantes para poder aventarse en grupo hacia el agua y llegar a los Estados Unidos, en donde ya los esperaban autoridades migratorias de dicho país.
Pese a los peligros que representa en estos momentos el caudal, poco les importó a estas personas, en su mayoría venezolanos, quienes se arriesgaron con la finalidad de llegar al vecino país en busca de su sueño americano.
La desesperación por no obtener una cita en estos momentos es que la población de las diferentes nacionalidades que vive a la orilla del río se ha estado lanzando en busca de llegar a los Estados Unidos de manera ilegal, sin medir el peligro.
Después de pasar el caudal a nado tienen que hacer maniobras para subir el bordo del lado americano, en donde para poder estar en territorio norteamericano deben cruzar dos cercas con alambre de púas, lo que lo convierte en otro peligro para esta comunidad.
Durante el tiempo que estuvieron cruzando estas personas, en ningún momento llegaron las autoridades del Instituto Nacional de Migración, sin embargo, se dispersaron luego de que vieron que las autoridades del lado americano llegaban a la orilla del río para detenerlos y ser llevados a las bases que tienen del otro lado del caudal.
Momentos en que un menor es rescatado.