En Tamaulipas se prohibió la venta y exhibición de juguetes bélicos al considerar que afectan el bienestar psicológico de los niños y promueven la violencia a temprana edad.
El Congreso local aprobó reformas a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Tamaulipas, y estableció al Sistema Estatal de Protección Integral, la atribución de implementar acciones encaminadas a informar y difundir sobre el impacto negativo de los juguetes con características bélicas en niñas, niños y adolescentes.
El hecho se concatena con que Tamaulipas es uno de los principales receptores del tráfico de armas que llegan a México provenientes de Estados Unidos, según el "Informe de Actividades de la Fuerza Armada Permanente en tareas de Seguridad Pública" de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Son los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa, Miguel Alemán y Matamoros, donde ingresa el mayor número de armas provenientes de Estados Unidos. Del 2012 al 2022, las autoridades federales han aseguraron siete mil 740 armas largas y cortas en Tamaulipas, derivado de operativos para desmantelar la red de tráfico de armas.
En ese tenor, el Congreso de Tamaulipas considera que se debe restringir la venta y exhibición de juguetes que hacen apología a la violencia, como los juguetes bélicos, prohibición que entrará en vigor una vez que se publique el decreto en el Periódico Oficial del Estado (POE).
La iniciativa define a los a juguetes bélicos como "objetos, instrumentos o réplicas de armas de fuego, sean estas cortas, largas o de artillería; armas blancas, sean éstas contundentes, arrojadizas, de puño o de asta, y armas de guerra, como tanques, aviones de combate o barcos armados".
El Estado tendrá la facultad de solicitar a los establecimientos comerciales que se dediquen a venta, renta y uso de juguetes bélicos, la restricción de su exhibición al público y, en el caso de negativa, serán acreedores a sanciones.
La iniciativa fue presentada por la diputada de Morena Casandra de los Santos, quien busca una diputación federal, que en su momento señaló que los comercios y fabricantes no cumplen con los requisitos de estos juguetes, ya que se comercializan productos similares en apariencia a las pistolas Pietro Beretta de 9 mm, Glok 19C de 9 mm, revólver calibre .38 y .32 especial y .22, al igual que las calibres 380 automática, así como de 32, 25 y 22, las cuales son réplicas de armas de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
"Debemos tener en cuenta que el derecho a un juego sano y enriquecedor es un aspecto transcendental del desarrollo infantil, ya que les permite explorar el mundo, desarrollar habilidades sociales y emocionales, fomentar su creatividad y autonomía. Por ende, con la presencia de juguetes bélicos en sus entornos familiares y escolares puede comprometer este derecho, al exponerlos a experiencias que pueden ser perjudiciales para su salud física y emocional", señala el documento.
Sumado a que estos juguetes buscan generar un estado de poder a quienes los utilizan, al someter a otros: "si pensamos en los juegos de armas y los videojuegos de guerra vemos que hay un hilo conductor, todos estos juegos nos dicen que quien gana y domina tiene más poder. Su narrativa es la subyugación de otros y, lo que es más peligroso, naturalizan la violencia como un mecanismo para imponer la voluntad ante la sumisión de otros".