Controlar los penales de Tamaulipas se ha vuelto un reto difícil de superar para las autoridades ante el alto índice de violencia, presencia de grupos armados, deficiencias en sus instalaciones, reconoció el director de Reinserción Social y Servicio Post Penal de la Secretaría de Seguridad Pública, Jorge Albeto Sauceda.
Históricamente Tamaulipas ha reprobado las evaluaciones que realiza la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre la calidad de vida de los internos en los penales estatales, ubicándose en el 2022 como las cárceles más inseguras del país.
Pero las autoridades estatales de la nueva administración buscan salir de los últimos lugares, con la implementación de nuevos esquemas de registros y atendiendo a los internos para que al cumplir sus condenas puedan readaptarse e incorporarse a la sociedad.
"Obviamente es un trabajo que requiere tiempo, que requiere pies de plomo porque como lo han comentado, y documentado, años anteriores han sido centros con mucha violencia, con mucha presencia de grupos delictivos y ahora tenemos que empezar a trabajar en una estrategia que nos lleve a darle vuelta a la página, pero teniendo en cuenta que cualquier movimiento en la población repercute también a la población interna, y esperamos salir pronto", dijo.
Reconoció que se detectaron actividades ilícitas y cobros, es decir, extorsiones y sobornos, además de deficiencias en los servicios de salud, alimentación, condiciones de higiene, comedores y cocina, prevención de delitos y adicciones, y violaciones a los derechos humanos de gran parte de los reos que albergan los Cedes, como lo señalan los informes de la CNDH.
"No pretendemos tapar resultados anteriores, pero estamos trabajando con el establecimiento de protocolos que nos permitan en todos los centros se lleven a cabo todos los programas, se documenten adecuadamente, se respeten lo derechos no solo de las personas privadas de la libertad, sino los visitantes".
Adelantó que a principios de diciembre acudieron los evaluadores de la CNDH a los penales de Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Ciudad Victoria, Altamira, y Tula para revisar a detalle cómo operan, y si se cumplen con las normas mínimas.
"Acaba de terminar la de este año, hace tres semanas, la acaban de hacer, estuvieron en todos los centros de la entidad. En el último año fuimos el último lugar, históricamente ha sido de los últimos. Esperemos que incremente, obviamente esperamos un incremento, no nos vamos a ir muy lejos pero esperamos al menos salir de donde estamos".
Aseguró, sin embargo, que obtendrán una evauación superior, ya que en la del 2022 se obtuvieron puntuaciones de 4.85 a 6.32 en los diferentes penales, aunque todo dependerá del evaluador y del ánimo dentro de los penales.
"Depende mucho de la evaluación, nosotros trabajamos en un programa que contiene los rubros específicos que evalúa la Comisión, pero depende mucho del evaluador, de la atmósfera del día que se realice la evaluación. La realidad es que nosotros estamos trabajando no de cara a la evaluación del 2024, sino para que estas mejoras sean continuas y hasta el día en que se acerque la Comisión Nacional o la Comisión Estatal se pueda dar fe que esto mejoró no solo como evaluación sino que se llevan como nunca".
ÚLTIMA EVALUACIÓN:
Puntuación global: 5.73
Centro de Ejecución de Sanciones Matamoros: 5.91
Centro de Ejecución de Sanciones Reynosa: 5.57
Centro de Ejecución de Sanciones Nuevo Laredo: 6.08
Centro de Ejecución de Sanciones Ciudad Victoria: 5.63
Centro de Ejecución de Sanciones de Altamira: 6.32
Centro de Ejecución de Sanciones Tula: 4.85