La instalación de al menos 300 metros de boyas en el Río Bravo, con la posibilidad de instalar otros ´muros flotantes´, se trata de una medida electoral por el gobernador de Texas, Greg Abott, señaló el gobernador Américo Villarreal Anaya.
Aseveró que hay familias tanto en la frontera mexicana y estadounidense que transitan por ambos países al tener negocios y familia en los estados fronterizos, por lo que hay una percepción errónea por parte del gobernador de ese estado.
"Concuerdo con algunas opiniones con el punto de vista del ámbito de nuestras autoridades nacionales y de Estados Unidos que estamos en un sesgo electoral", señaló.
El ´muro flotante´ se instaló en Eagle Pass, Texas, frontera con Piedras Negras, Coahuila, para impedir el paso de migrantes hacia Estados Unidos, con el objetivo de frenar el paso ilegal de personas que buscan adentrarse en búsqueda del ´sueño americano´ y que les ha costado la vida a decenas de indocumentados.
Por ello, considera que el gobierno de Texas está utilizando la medida con fin electoral, para generar un posicionamiento entre el electorado, y cambiar el rumbo del proceso.
"Eso da posicionamiento y circunstancias que pudiera en un momento dado variar la percepción del agente, de los electores, y que ellos se apalancan por medio de estos procedimientos", dijo.
A pesar de haberse instalado en la frontera con Coahuila, el gobierno texano tiene facultades para instalar más boyas, incluso con Tamaulipas, toda vez que Greg Abbott cuenta con el respaldo del Congreso de Texas para contener la llegada de migrantes a Estados Unidos.
Para la instalaciones boyas se aprobó un presupuesto de 5,100 millones de dólares para utilizar drones que vigilen la frontera, y seguridad fronteriza.