“BIVA ya estaba preparada para esto. Nació preparada para afrontar una coyuntura”, afirma.
La directiva señala que BIVA -que se estrenó en el mercado bursátil mexicano en julio de 2018, es decir 20 meses antes de que fuera declarada la pandemia de Covid-19-, fue concebida en su modelo de negocio como una empresa con la tecnología más innovadora, capaz de permitir su operación bajo prácticamente cualquier circunstancia.
“Estábamos listos por si llegase a pasar cualquier cosa, pero nunca te imaginas que te va a suceder. Y las pruebas que habíamos hecho nunca contemplaban que todos tenemos que salir y operar desde fuera”, relata.
Para la líder de la segunda Bolsa de Valores del País, todo su equipo debió adaptarse rápidamente a una nueva realidad no solo en lo operativo, sino en la forma de comunicar y tomar decisiones.
Con todo y los retos que implicó, los 568 días que el equipo de BIVA estuvo operando vía remota, no tuvo un solo error.
Asegura que su experiencia como mamá también despertó en ella la capacidad de lograr un liderazgo más empático y ocupado por sus colaboradores, que son lo más importante para esta compañía financiera.
“La gente es lo más importante, más allá de la propia infraestructura y de lo que hemos invertido en los productos y en los sistemas. El talento es irremplazable y hemos hecho un equipo que para nosotros es uno de los motores de cambio más importantes en este mercado”, añade.