El primer turista espacial del mundo quiere regresar, sólo que esta vez se apuntó para un viaje alrededor de la Luna a bordo del Starship de Elon Musk.
Para Dennis Tito, de 82 años, es una oportunidad para evocar el goce de su viaje a la Estación Espacial Internacional ahora que está retirado y tiene tiempo. No está interesado en subirse a un vuelo que lo lleve apenas al borde del espacio ni repetir lo que hizo hace 21 años.
Su vuelo lunar de una semana —cuya fecha no ha sido determinada y será en unos años— lo acercará a 200 kilómetros (125 millas) del lado oscuro de la Luna. Además tendrá compañía: su esposa Akiko y otras 120 personas dispuestas a pagar el alto costo del viaje.
Tito no dijo cuánto pago por el boleto: su vuelo a la estación rusa costó 20 millones de dólares.
La pareja reconoce que quedan muchas pruebas y otros detalles para el Starship, un cohete brillante en forma de bala que aún no ha intentado llegar al espacio.
"Tenemos que mantenernos saludables por los años que le tome a SpaceX para completar su vehículo", dijo Tito en una entrevista esta semana con The Associated Press. "Yo podría estar sentado en una mecedora, sin hacer ejercicio, si no fuera por esta misión".
Tito es el segundo multimillonario en hacer una reservación en el Starship para un vuelo alrededor de la Luna. El magnate japonés Yusaku Maezawa anunció en 2018 que iba a comprar un vuelo para poder llevar consigo a ocho o más pasajeros, preferiblemente artistas. Los dos hombres volaron a la estación espacial desde Kazajistán a bordo de cohetes rusos, con diferencia de 20 años.
Tito inició el turismo espacial en 2001, convirtiéndose en la primera persona en pagar por su viaje al espacio y antagonizando a la NASA en ese proceso. La agencia espacial estadunidense no quería un excursionista en la estación mientras era construida. Pero la Agencia Espacial Rusa necesitaba el dinero y, con ayuda de la firma estadunidense Space Adventures, llevó a una serie de clientes acaudalados a la estación en la década de 2000 y, apenas hace un año, a Maezawa.
Clientes ricos están haciendo breves viajes espaciales con la compañía Blue Origin, de Jeff Bezos. Virgin Galactic, la compañía de Richard Branson, espera llevar pasajeros al espacio el año próximo.
Starship aún no ha salido al espacio propulsada por el Super Heavy desde el extremo sur de Texas, cerca de la frontera con México. Con 120 metros de longitud y 7.7 millones de kilogramos de empuje de despegue, es el cohete más grande y poderoso que se haya construido. La NASA tiene un contrato para que Starship lleve a sus astronautas a la Luna en 2025, en el primer alunizaje desde las misiones de Apollo.
Tito dijo que su contrato con SpaceX, firmado en agosto de 2021, incluye una opción para un vuelo en un plazo de cinco años. Tito tendría 87 años entonces y quiere un escape para el caso de que falle su salud. "Pero si siguiera saludable esperaría 10 años", dijo.
Agregó que no fue necesario convencer a su esposa, que tiene 57 años. Ambos, residentes en Los Ángeles, son pilotos y entienden los riesgos; comparten la visión de Musk de un futuro espacial y creen que el viaje de un matrimonio al espacio inspirará a otros a hacerlo.
Tito, quien vendió sus inversiones en la compañía Wilshire Associates hace casi dos años, dice que no siente remordimiento por gastarse el dinero en vuelos espaciales en lugar de en la Tierra.
"Estamos jubilados y es tiempo de disfrutar la recompensa por el trabajo hecho", dijo.