LONDRES — Los acuerdos alcanzados por Naciones Unidas y Turquía con Ucrania y Rusia para permitir el transporte de alimentos y fertilizantes desde las naciones en guerra a partes del mundo donde millones de personas pasan hambre han aliviado la preocupación por la seguridad alimentaria mundial. Pero se enfrentan a riesgos cada vez mayores.
Moscú ha intensificado su retórica, afirmando que no prorrogará el acuerdo que expira el lunes a menos que se cumplan sus exigencias, incluida la de garantizar que sus propios envíos agrícolas no se enfrenten a obstáculos.
La Iniciativa de Granos del Mar Negro ha permitido exportar desde Ucrania 32,8 millones de toneladas de alimentos desde el pasado agosto, más de la mitad a países en desarrollo, incluidos los que reciben ayuda del Programa Mundial de Alimentos.
Si el acuerdo no se renueva, "habrá con toda seguridad un nuevo repunte" en los precios de los alimentos, dijo Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. "La duración de ese repunte dependerá mucho de cómo respondan los mercados".
La buena noticia es que algunos analistas no prevén un aumento duradero del costo de productos alimentarios mundiales como el trigo, porque hay suficiente grano en el mundo para todos. Pero muchos países ya están luchando con los altos precios locales de los alimentos, que están contribuyendo a acrecentar el hambre.
Este es un vistazo del crucial acuerdo y de lo que significa para el mundo:
¿DE QUÉ TRATA EL ACUERDO DE GRANOS?Ucrania y Rusia firmaron acuerdos por separado en agosto de 2022 que reabrieron tres de los puertos ucranianos del mar Negro, bloqueados durante meses tras la invasión de Moscú. También facilitaron la circulación de productos rusos en medio de las sanciones occidentales.
Ambos países son importantes proveedores mundiales de trigo, cebada, aceite de girasol y otros productos alimenticios asequibles de los que dependen África, Oriente Medio y partes de Asia. Ucrania es también un gran exportador de maíz, y Rusia de fertilizantes, otros componentes fundamentales de la cadena alimentaria.
La interrupción de los envíos desde Ucrania, apodada el "granero del mundo", agravó la crisis alimentaria mundial y disparó los precios del grano en todo el mundo.
"Un gran productor agrícola está librando una guerra contra otro gran productor agrícola, lo que está afectando al precio de los alimentos y los fertilizantes para millones de personas en todo el mundo", declaró Caitlin Welsh, directora del Programa de Seguridad Alimentaria e Hídrica Global del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
El acuerdo garantiza que los barcos no serán atacados al entrar y salir de los puertos ucranianos. Los buques son controlados por funcionarios rusos, ucranianos, de la ONU y turcos para garantizar que sólo transportan alimentos y no armas que puedan ayudar a cualquiera de los dos bandos.
El acuerdo, que debía prorrogarse cada cuatro meses, fue aclamado como un faro de esperanza en medio de la guerra y se l ha renovado tres veces, las dos últimas por sólo dos meses, ya que Rusia insistía en que sus exportaciones estaban siendo retenidas.
¿QUÉ SE HA LOGRADO?El acuerdo contribuyó a reducir los precios mundiales de productos alimentarios básicos como el trigo, que alcanzaron máximos históricos tras la invasión rusa de Ucrania.
La guerra disparó los costos de los alimentos y la energía en todo el mundo, sumió en la pobreza a millones de personas y aumentó la inseguridad alimentaria en países ya de por sí vulnerables.
Una vez alcanzado el acuerdo sobre los cereales, el Programa Mundial de Alimentos recuperó a su proveedor número 2, lo que permitió que 725.000 toneladas de ayuda alimentaria humanitaria salieran de Ucrania y llegaran a países al borde de la hambruna, como Etiopía, Afganistán y Yemen.
"Es un fenómeno bastante singular que dos partes enfrentadas y dos intermediarios acuerden establecer este tipo de corredor para hacer llegar productos humanitarios -que es ostensiblemente de lo que se trata- a los mercados que más los necesitan", declaró John Stawpert, responsable de medio ambiente y comercio de la Cámara Naviera Internacional, que representa al 80% de la flota comercial mundial.
¿QUÉ AMENAZA LA PRÓRROGA DEL ACUERDO?El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que Moscú no prorrogará el acuerdo sobre los cereales a menos que Occidente cumpla "las promesas que nos hizo".
"Hemos mostrado reiteradamente buena voluntad para prorrogar este acuerdo", dijo Putin a los periodistas el jueves. "Ya es suficiente".
Señaló que quiere que se ponga fin a las sanciones impuestas al Banco Agrícola Ruso y a las restricciones sobre el transporte marítimo y los seguros que, insiste, han obstaculizado las exportaciones agrícolas.
Algunas empresas se han mostrado recelosas de hacer negocios con Rusia debido a las sanciones, pero los aliados occidentales han asegurado que los alimentos y los fertilizantes están exentos.
"En situaciones como esta, no es raro que los países utilicen todos los medios a su alcance para intentar cambiar los regímenes de sanciones", dijo Simon Evenett, profesor de comercio internacional y desarrollo económico en la Universidad de St. Gallen de Suiza.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, envió esta semana una carta a Putin proponiéndole facilitar las transacciones a través del banco agrícola, dijo un portavoz.
Las afirmaciones rusas de que su sector agrícola está sufriendo se ven contrarrestadas por la realidad" de que la producción y las exportaciones han aumentado desde antes de la guerra, dijo Welsh.
Rusia exportó un récord de 45,5 millones de toneladas de trigo en el año comercial 2022-2023, y se espera otro máximo histórico de 47,5 millones de toneladas en 2023-2024, según estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
¿QUIÉN SE VE AFECTADO?El Comité Internacional de Rescate califica el acuerdo sobre cereales de "salvavidas para los 79 países y 349 millones de personas que se encuentran en primera línea de la inseguridad alimentaria".
África Oriental, por ejemplo, ha sufrido graves sequías e inundaciones que han destruido las cosechas de 2,2 millones de personas que dependen de la agricultura para su subsistencia, afirmó Shashwat Saraf, director regional de emergencias del grupo para África Oriental.
"Es fundamental que el acuerdo se amplíe a más largo plazo para crear cierta previsibilidad y estabilidad", afirmó en un comunicado.
Los países que dependen de la importación de alimentos, desde Líbano a Egipto, tendrían que buscar proveedores fuera de la región del mar Negro, lo que aumentaría los costes al estar más lejos, según los analistas.
Eso agravaría los costos para los países que también han visto debilitarse sus monedas y aumentar sus niveles de deuda porque pagan los envíos de alimentos en dólares.
Arif Husain, economista jefe del Programa Mundial de Alimentos, declaró a la prensa que los alimentos "serán menos asequibles" para las personas y los países de renta baja si no se renueva el acuerdo sobre los granos.
¿QUÉ PASA CON UCRANIA?La economía ucraniana depende de la agricultura y, antes de la guerra, el 75% de sus exportaciones de grano pasaban por el mar Negro.
Puede enviar sus alimentos por vía terrestre o fluvial a través de Europa, por lo que no quedaría aislada de los mercados mundiales si finaliza el acuerdo sobre los cereales, pero esas rutas tienen una capacidad inferior a la de los envíos marítimos y han provocado la ira de los agricultores de los países vecinos.
No obstante, la Asociación Ucraniana de Cereales quiere enviar más grano a través del Danubio a los puertos rumanos del mar Negro, y afirma que es posible duplicar las exportaciones mensuales por esa ruta hasta 4 millones de toneladas.
Los envíos de trigo de Ucrania han caído más de un 40% con respecto a su media anterior a la guerra, y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos espera que se exporten 10,5 millones de toneladas el año que viene.
Ucrania ha acusado a Rusia de ralentizar las inspecciones de los barcos e impedir que otros nuevos se sumen a la iniciativa, lo que ha provocado un descenso de sus exportaciones de alimentos, que han pasado de un máximo de 4,2 millones de toneladas en octubre a 2 millones en junio.
¿QUÉ MÁS AFECTA EL SUMINISTRO DE ALIMENTOS?Las secuelas de la pandemia, las crisis económicas, la sequía y otros factores climáticos afectan a la capacidad de la población para obtener alimentos suficientes.
Hay 45 países que necesitan ayuda alimentaria, según un informe de julio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Los elevados precios internos de los alimentos están provocando el hambre en la mayoría de esos países, entre ellos Haití, Ucrania, Venezuela y varios de África y Asia.
Aunque la sequía también puede ser un problema para los principales proveedores de cereales, los analistas consideran que otros países producen suficiente grano para contrarrestar las pérdidas de Ucrania.
Además de las enormes exportaciones de Rusia, Europa y Argentina están incrementando sus envíos de trigo, mientras que Brasil registró un año excepcional para el maíz.
"Estos mercados se adaptan y los productores se adaptan, y los mercados del trigo y el maíz se han adaptado muy, muy rápidamente", dijo Peter Meyer, jefe de análisis de cereales de S&P Global Commodity Insights.