Mediante los informes "Fronteras", realizados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se destacan problemas ambientales críticos que requieren mayor atención. En 2016, por ejemplo, se alertó sobre el riesgo de las enfermedades zoonóticas (aquellas que se transmiten de animales a humanos). La advertencia se dio cuatro años antes de la pandemia del Covid-19.
La edición de 2022 está dedicada a la contaminación acústica urbana, a los incendios forestales y a los cambios fenológicos.
Contaminación acústica
Considerada como un "asesino estridente" por el PNUMA, la contaminación acústica en las ciudades representa un peligro creciente para la salud pública. Sólo en la Unión Europea provoca 12 mil muertes prematuras cada año.
Sonidos no deseados, prolongados y de altos decibeles producidos por el tráfico y actividades de ocio perjudican la salud y el bienestar. Causan molestias crónicas, trastornos del sueño, enfermedades cardíacas graves, diabetes, discapacidad auditiva e inciden en la salud mental.
Afectan más a personas jóvenes, adultos mayores y comunidades cercanas a carreteras y áreas industriales, pero también son una amenaza para los animales, pues alteran sus comunicaciones y comportamiento.
El reporte propone invertir en movilidad alternativa y en infraestructura de paisajes sonoros positivos, como cinturones de árboles, paredes y techos verdes. También aumentar las áreas verdes en las urbes.
Incendios forestales
Según el PNUMA, los incendios forestales son un "tema candente" porque del 2002 al 2016 se quemaron cada año 4.23 millones de kilómetros cuadrados de superficie terrestre, equivalente al tamaño de casi toda la Unión Europea.
Serán más frecuentes, intensos y de mayor duración en los próximos años y décadas debido a las condiciones climáticas peligrosas que se proyectan. Aquellos extremadamente intensos pueden desencadenar tormentas eléctricas, que generarían rayos e iniciarían otros incendios.
El humo y las partículas de estos eventos impactan a la salud humana, en especial entre personas con enfermedades crónicas, mujeres, niños, adultos mayores y personas pobres. Asimismo, podrían conducir a una pérdida masiva de biodiversidad al poner en peligro a más de 4 mil 400 especies.
El organismo urgió mayor inversión para reducir los riesgos de incendios forestales, desarrollar enfoques de prevención y gestión de repuesta que incluyan a comunidades vulnerables, rurales e indígenas, además de mejorar las capacidades de teleobservación, como satélites, radar y detección de rayos.
Desequilibrios en fenología
La fenología se refiere a los eventos periódicos en los ciclos de vida de plantas y animales. Las aves, por ejemplo, tienen a sus polluelos cuando hay suficiente comida para alimentarlos y los polinizadores están activos cuando las plantas florecen.
Ocurren cambios fenológicos cuando las especies modifican ciertos eventos de su ciclo de vida en respuesta a condiciones ambientales cambiantes. Por eso, el PNUMA advierte que el cambio climático interfiere con el ritmo de la naturaleza.
Por el calentamiento global algunas aves ahora tienen a sus polluelos cuando el suministro de alimentos se encuentra en disminución. Otro ejemplo es la floración del cerezo o "sakura" en Japón: generalmente sucedía en abril, pero cada vez comienza más temprano, o sea, a finales de marzo.
Estas alteraciones en cultivos y especies marinas de importancia comercial serán un desafío para la producción de alimentos, así que el reporte llama a reducir la emisión de dióxido de carbono (CO2) para limitar el calentamiento y a mantener hábitats adecuados, la conectividad ecológica y la variación genética dentro de las especies.