Sophia Loren: “Solo lamento no haberme casado de blanco”

“Es muy difícil decir que uno se avergüenza de nada porque la vida da muchas vueltas y siempre hay algo. Pero he intentado no tener que arrepentirme de nada.

EL PAÍS No es que haya aprendido con los años porque nunca he sido muy sabia. Me dejo llevar por mis sentimientos. Lo que me enseñó a perder la vergüenza, a no lamentarme de nada fueron esos comienzos duros, cuando estábamos en guerra, cuando era pequeña y mi madre tenía problemas con mi padre. Con mi hermana. Esos años no los olvido, al revés, los atesoro, porque así, cuando de mayor te empieza a doler el corazón, pienso que eso no es nada comparado con los problemas que he vivido. En mi vida personal, he de decir que nunca rechacé la propuesta matrimonial de Cary Grant porque nunca la hizo. Trabajé a su lado en mi primera película en Estados Unidos, Orgullo y pasión. Yo tenía 23 años y Cary era mucho, mucho más viejo. Y cuando uno tiene 23 años no sabe muy bien lo que es el amor. Además, yo ya había conocido al hombre de mi vida, Carlo (Ponti), del que me había enamorado y junto al que me embarqué en una dura lucha. No quería darme por vencida porque otros dijeran que no podíamos casarnos. Pero si me avergüenzo de algo, lo único que de verdad lamento, de verdad, de verdad, es no haberme casado de blanco. Es el sueño de toda mujer, casarse con un vestido de novia blanco, algo que nunca pasó en mi familia, así que esa tontería es el sueño de mi vida y lo único que lamento. Aunque el amor lo tuve, así que tampoco puedo decir que me arrepienta”.