Francia declara Tesoro Nacional ‘Los 120 días de Sodoma’ para evitar su venta

El objetivo es que se evite la subasta del célebre manuscrito del Marqués de Sade

El gobierno francés declaró tesoro nacional el manuscrito original de la obra más conocida del Marqués de Sade “Los 120 días de Sodoma o la escuela de libertinaje” que formaba parte de una venta pública que debía arrancar en la casa parisina de subastas Drouot. El gesto del Estado evita que el documento abandone el territorio francés e insinúa su voluntad de adquirirlo, aunque esa perspectiva no haya sido confirmada de momento por fuentes oficiales. El Ministerio de Cultura también frenó la venta de un conjunto de manuscritos de André Breton, entre los que figuran los dos manifiestos del surrealismo, movimiento que el escritor francés lideró a partir de 1924.---- EL MANUSCRITO Contiene “Los 120 días de Sodoma”, un espectacular rollo de 12 metros de largo escrito a doble cara en letra minúscula y que Sade habría ocultado dentro de un consolador para evitar que se lo expropiaran. El responsable de la subasta, Claude Aguttes, decidió retirar este manuscrito de la venta, donde su precio podría haber bajado sustancialmente, puesto que la decisión del Estado francés excluye a los coleccionistas extranjeros. Aguttes añadía que el Estado francés tiene “gran interés” en cerrar la venta y que ha aceptado negociar una posible compra “al precio del mercado internacional, como indica la ley”. El precio de salida del manuscrito era de entre cuatro y seis millones de euros, aunque ahora podría alcanzar una cifra bastante superior “hasta los siete u ocho millones”, según Aguttes, quien había detectado en los últimos días interés por parte de compradores estadounidenses y turcos. “Es una obra increíble y sulfurosa, lo que puede dar miedo o seducir, según el tipo de comprador”, señala el subastador. Aguttes recuerda que la legislación sobre el mecenazgo privado “permite desgravar fiscalmente un 90% de la transacción, lo que convierte la operación en tentadora para sus compradores potenciales”. Para Michel Delon, profesor emérito de Literatura Francesa en la Sorbonne y gran especialista en la obra de Sade, la solución más probable pasa por “una alianza entre el Estado y la división de mecenazgo cultural de un grupo industrial que siga teniendo participación pública”. Así sucedió con la compra de un texto de perfil parecido: “La historia de mi vida”, las memorias póstumas de Giacomo Casanova, escrita en francés a finales del siglo XVIII y publicada hacia 1825 en versión censurada que la Biblioteca Nacional de Francia compró en 2010 por más de siete millones de euros en una alianza con un mecenas del mundo empresarial que prefirió mantenerse en el anonimato. La incorporación del manuscrito de Sade a una colección pública sería para Delon más simbólica que funcional. “Es un texto mítico desde los años veinte, cuando los surrealistas empezaron a reivindicar a Sade. Es un objeto de máxima transgresión y como tal, una especie de tótem. Pero también es un objeto muy frágil con las hojas pegadas y una escritura bastante pequeña. Resulta muy espectacular y a la vez no hay mucho que leer a simple vista. Lo fundamental sería digitalizarlo para garantizar que todo el mundo tenga acceso a él”, opina Delon. El experto no cree que el interés del Estado por la obra de Sade signifique que esta ha dejado de resultar escandalosa. En 2014, el Gobierno de François Hollande demostró interés por adquirirlo, pero terminó dando marcha atrás. “Les preocupó que la opinión pública protestara ante una compra tan costosa, en un contexto de crisis y de paro elevado. En realidad es un texto que sigue conservando toda su fuerza y su impacto”, relata Delon.---- UN MECANISMO HABITUAL Declarar tesoro nacional una obra susceptible de abandonar el territorio estatal es un mecanismo habitual en Francia, donde una comisión formada por 11 altos funcionarios y expertos, en su mayoría nombrados por el ministerio de Cultura, examina qué objetos y documentos merecen la protección del Estado. Sólo en 2017 se ha declarado tesoro nacional un modelo en yeso de Rodin, un cuadro de Fragonard y una escultura de las islas Cícladas, aunque el Estado no ha adquirido de momento ninguno de ellos. La Biblioteca Nacional de Francia sí compró en cambio el manuscrito de Nadja, de André Breton, por dos millones de euros. Según Le Figaro, el Estado estaría dispuesto ahora a desembolsar hasta ocho millones de euros por el best-seller erótico del marqués de Sade y unos cinco más por los manuscritos de Breton que los inversores de Aristophil compraron en su día por 22 millones. Los poderes públicos cuentan con 30 meses para encontrar a un mecenas dispuesto a participar en la operación. (EPS)