EL KIOSCO DE REYNOSA
Investigando sobre el origen de la palabra kiosco encontré que también es factible y correcto escribirlo “Quiosco”, según el pequeño Larousse ilustrado; tiene su génesis en la palabra turca “kiuchk”, y que significa mirador, edificio pequeño de estilo oriental que adorna las azoteas, jardines, etc.
En nuestro país, es parte del paisaje de los pueblos y de las ciudades y generalmente lo encontramos en los parques públicos, en las plazas principales que se localizan en lo que se denomina el centro de la ciudad, frente a las presidencias municipales, iglesias y demás edificios de importancia de la población. También lo hemos observado en los jardines de las pequeñas comunidades que tienen muchos años de existencia, así como en las haciendas de la época porfirista que todavía se conservan.
El origen del kiosco, es definitivamente oriental. En muchos de ellos que todavía se encuentran en pie a pesar de la falta de recursos o apatía de las autoridades para mantenerlos, podemos admirar reminiscencias del arte árabe traído por los españoles durante la conquista. Es digno de mencionarse el hecho de que al aprobarse la Constitución de Cádiz el 19 de Marzo de 1812, que tan grandes repercusiones generó en el movimiento de independencia de México, se ordenó que todas las plazas principales de pueblos y ciudades recibieran el nombre de “Plaza de la Constitución”, nombre que prevalece todavía en muchos lugares.
Nuestro kiosco de la Plaza Hidalgo fue construido en 1910 por un grupo de jóvenes que formaron un Club Juvenil con el propósito de edificarlo, para lo cual iniciaron varias colectas públicas, fiestas, bailes y loterías hasta que lograron reunir mil pesos. El diseñador y constructor fue un señor de apellido Ríos, quien realizó todo el trabajo de hierro de los barandales, el piso de madera y el área circular de ladrillo y cemento. También construyó la cúpula de manera similar a las existentes en otros kioscos.
El kiosco es parte importante de la plaza principal tanto en Reynosa como en todas las poblaciones del país. Los mexicanos no concebimos un jardín frente a la iglesia y al palacio municipal, sin él. Siempre ha sido parte de nuestra vida política, social y cultural. Allí, los líderes políticos convocaron al pueblo a los diferentes movimientos sociales que han transformado al país.
Allí se convidó al pueblo a celebrar emotivamente las fiestas patrias, adornados los kioscos con luces de colores, festonados con guirnaldas de hojas y de flores, encadenadas con ondas multicolores de papel de china, mientras las bandas de música deleitan a la concurrencia con sus mejores piezas y los puestos de antojitos mexicanos hacen su agosto vendiendo sus delicias a sus parroquianos.
¿Quién no recuerda los bailes populares que en derredor suyo organizaban las autoridades municipales de Reynosa? ¿Y el convite del recordado maestro del buen humor y la retórica, don Juan Granados? Maestro que fue como muchos otros, forjadores de patria para los hombres, y de hombres para la patria. ¡ Y ahora, los Gatos Güeros de Nuevo León, nos van a deleitar con la conocida polca intitulada “Comadre, téngame al Niño!”…..Y ése de la camisa Arrow, ¡arrugada!, quiere sacar a bailar a la del moño colorado…..¡Anímense, que de aquí nos vamos a la chamba!
¡Cuántos matrimonios se fraguaron con la animación que don Juan le ponía a los bailes populares! Y cuántas veces de jóvenes nos quedábamos platicando con los amigos hasta que las estrellas huían sorprendidas por los primeros rayos de sol…Y mientras el pueblo se deleitaba bailando con la música norteña, la gente de sociedad se sentaban a platicar en las bancas de la plaza y los jóvenes caminando daban vueltas alrededor de la misma saludándose o haciéndose guiños con los ojos.
También el kiosco de Reynosa se utilizó con propósitos religiosos. Los viejos reynosenses recordamos que en épocas de terrible sequía, las que son muy comunes en la región, el padre Antonio Mares Torres (que en paz descanse) que fue párroco de la Iglesia de Guadalupe durante muchos años, con anuencia de las autoridades civiles, oficiaba una misa en el kiosco de la plaza como rogativa para que el Señor se condoliera de nosotros y nos enviara la necesaria lluvia.
También hubo una ocasión en que fue demandado judicialmente por el general Miguel Flores Villar por celebrar una misa la noche del 24 de diciembre de 1951 quien lo acusó de violar el artículo 130 de la Constitución el cual prohíbe el culto externo. Pero lo que no sabía el general Flores Villar, es que tanto el Cabildo como el Presidente municipal y los policías asistieron a esa misa que el padre Mares celebró en el kiosco.
Para nosotros los que estamos avecindados en Reynosa desde hace muchos años y que nos sentimos reynosenses por amor al terruño, el kiosco de la plaza principal tiene un profundo significado. Fue y es el punto natural de reunión del pueblo con sus autoridades, donde se celebran las fiestas patrias y se promueven los reclamos sociales, donde hay fiesta y alegría y también lugar en que se exterioriza su rabia y coraje por las injusticias. El kiosco es templo de oración y centro social por naturaleza propia. Es parte eterna del panorama citadino y símbolo de unidad de todos los reynosenses.
El Crystal Palace, el kiosco y la Iglesia de Guadalupe. Al fondo se ve la antena de la radiodifusora XEAW. Foto de México Fotográfico.-1942
El kiosco de Reynosa en 1945.- México Fotográfico
Plaza Hidalgo y kiosco en 1938.- Foto de México Fotográfico