La vida de Bohumil Hrabal (1914-1997) es una sucesión ordenada de catástrofes (dos guerras mundiales, la sovietización de Checoslovaquia, la esperanzadora Primavera de Praga, su aplastamiento por las tropas rusas, el fin del yugo soviético y la posterior división del país, cuatro años antes de su muerte, en República Checa y República Eslovaca). Una sucesión ordenada de catástrofes que solo se puede contemplar desde el horror o el humor, y este último es el camino que el resistente Bohumil Hrabal eligió para su literatura.
- Buena parte de su obra se ha editado en España, afortunadamente, lo que nos ha permitido leer a un maestro de la sátira que hunde sus raíces en el surrealismo y cuyas referencias son la formidable y torrencial oralidad de un Louis Ferdinand Céline cargada de jerga grosera y la audacia expresiva de Joyce, que me recuerda a la de otro irlandés muy querido en la editorial que hoy nos ofrece este libro, Flann O´Brien, que de seguro habría fascinado a Hrabal.
Sí, porque su escritura, sobre todo la que se manifiesta en los siete relatos de este libro, se atiene al absurdo del disparate como forma expresiva con un sentido innovador.
Publicado en 1965, el mismo año que el de su primera obra maestra, Trenes rigurosamente vigilados. Tres años después, tras el aplastamiento por los tanques rusos de la Primavera de Praga, sus libros fueron retirados de la circulación y sólo pudieron darse a conocer de manera restringida en forma de samizdat (copias clandestinas de libros) hasta que, tras la caída del muro de Berlín, volvieron a la luz. Obras maestras como Yo que he servido al rey de Inglaterra, Una soledad demasiado ruidosa y Tierno Bárbaro.
- Señor Kafka son siete cuentos que hunden sus raíces en el surrealismo —que se encuentra en todos sus primeros trabajos— y desconcertarán al lector por su dificultad y lo fascinarán por su imaginativo desarrollo y su fuerza satírica. En una sociedad regida por los experimentos del comunismo soviético en busca de la creación del "hombre nuevo socialista", sólo el humor y la sátira es el oxígeno que se necesita para sobrevivir.
En el relato titulado ´La bella Poldi´, el narrador se refiere a la acería Poldi con esta bella imagen: "Ahora, a menudo, cuando veo una gran estrella, creo que es el lucero de la tarde. En realidad es la lengüecilla de una soldadora, una melancólica llamita azulada, el descenso del Espíritu Santo, cuyo roce enrojece el hierro". Hrabal, ferroviario y metalúrgico entre otros oficios, trabajó en esa acería. El relato titulado ´Señor Kafka´, que da título a esta edición, es un homenaje desopilante del autor al propio Franz Kafka, empieza así: "Cada mañana el casero entra de puntillas en mi cuarto, puedo escuchar sus pasos. La habitación es tan larga que se podría ir en bicicleta desde la puerta hasta mi cama" (...) A veces imagino un despertar distinto: ¿y si mi casero anunciara al despertarme que no estoy allí?".
RELACIÓN ENTRE OPRESIÓN Y TERNURAEn sus relatos se muestra de manera admirable la relación entre opresión y ternura en un mundo condicionado por una insoportable directiva ideológica. Otra imagen: en ´El ángel´, el guardián de las reclusas que acarrean chatarra de guerra, recorta de un grabado el ángel de la guarda de una niña, lo esconde a su espalda bajo la camisa, y se lee: "Cuando salió al exterior, corrió para alcanzar a las presas y caminó tras ellas como su guarda, sintió que las alas de la imagen arraigaban en su cuerpo (...) y que ya nada le impediría que siguiera cuidando de las mujeres que le habían encomendado, aunque fuera mal y contra las normas, y que de este modo él mismo sería redimido". Humor y ternura contra la barbarie.