Juan Carlos I
La encrucijada del rey emérito
El nuevo embajador de España en Emiratos Árabes Unidos (EAU), Íñigo de Palacio, no se había puesto en contacto con el más ilustre español residente en el país tres meses después de su nombramiento. Tampoco los altos cargos que han pasado por Abu Dabi este año (la anterior ministra de Exteriores, Arancha González Laya, o la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez) han visto a Juan Carlos I. Como el elefante en la habitación, la presencia del rey emérito en este país del Golfo es algo que se prefiere ignorar, aunque resulte imposible obviarla. La sombra del anterior jefe del Estado no solo se proyecta en toda la región —don Juan Carlos ha visitado países vecinos y acude en lugar preferente a actos sociales como huésped del príncipe heredero Mohamed bin Zayeb (MBZ)—, sino que se alarga hasta España.
Yolanda Díaz
Esperanza, amenaza e incógnita
Para bien o para mal —y ahí ya cada cual juzgará según el color de su cristal ideológico—, la gran novedad política de 2021 se ha llamado Yolanda Díaz. Hace un año, la dirigente gallega, de corazón sindicalista y del PCE, era una ministra al alza tras haber mostrado una habilidad que pocos sospechaban para poner de acuerdo a empresarios y centrales obreras. Sus contundentes réplicas a la oposición en el Parlamento llevaban ya tiempo viralizándose en las redes y las encuestas la situaban en los primeros puestos de la clasificación de preferencias ciudadanas. Pero Díaz, que en mayo cumplió 50 años, no dejaba de ser una figura en la fila trasera de los grandes líderes.
Isabel Díaz Ayuso
La emperatriz de Lavapiés
Emocional hasta el puchero; valiente hasta la temeridad; dotada de un desparpajo que raya con la incontinencia; chusquera de la política a la sombra de Pablo Casado desde 1º de carrera; humilde militante de base del PP destinada a puestos menores; de derechas madrileñas, pero con el negocio familiar hundido y sin apellidos compuestos ni mba bilingües en su cursus honorum; solitaria, hermética en sus pasiones. Independiente desde adolescente, laica y divorciada; aficionada a los bares, los perros, a viajar sola y perderse por el campo. Liberal por necesidad de encontrar un lugar bajo el sol. Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 1978) encontró su filón en las redes sociales, cuando nadie en el Partido Popular sabía qué era aquello. A través de ellas, fraguó su estilo político: la confrontación permanente; el mensaje (verdadero o falso) repetido hasta la saciedad; la dureza en las formas; un fast food de respuestas sencillas a cuestiones complejas. Pablo Casado apostó por ella como candidata para la presidencia de Madrid ante la sorpresa de los señoros del Partido.
Marta Ortega
Un gran salto para la heredera
Marta Ortega tiene una discreta cuenta en Instagram. Está cerrada al público general y solo ha admitido entrar en ella a 1.347 usuarios. Al menos esa era su cifra de seguidores el día en el que se anunció su nombramiento como presidenta no ejecutiva del grupo Inditex, que se hará efectivo en abril. La heredera del imperio textil que su padre, Amancio Ortega, levantó de la nada desde un pequeño taller en Arteixo (A Coruña) conoce el mundo de las redes sociales, las influencers y la moda. Pero no muestra su perfil en Instagram a todo el mundo. En eso se ve la discreción de una familia hermética y rodeada de misterio por la escasez de detalles sobre su vida privada (aunque este aspecto se ha ido relajando, hay que tener en cuenta que la primera foto oficial de Amancio Ortega no se publicó hasta 2000, con el informe anual del grupo).
Angela Merkel
Adiós a la supercanciller
Angela Merkel, la canciller de las crisis, se ha despedido a los 67 años de la política activa y deja un hueco que muchos creen que costará rellenar. En sus 16 años en el poder, esta física criada en Alemania Oriental ha mantenido índices de popularidad altísimos que atestiguan la confianza que los ciudadanos depositaron en su estilo de liderazgo. El hombre que la sustituye al frente de la primera economía europea, el socialdemócrata Olaf Scholz, hizo campaña presentándose como el continuador de su legado pese a provenir de distintas familias políticas.
Millones de ciudadanos no votaban a su partido, la CDU, sino a ella, la primera mujer canciller de Alemania y a la que le ha tocado enfrentarse a grandes retos: la crisis financiera de 2008, la de los refugiados en 2015, la pandemia.
Abdulrazak Gurnah
Premio Nobel por sorpresa
Su nombre no estaba en ninguna de las quinielas y cayó como una auténtica sorpresa en octubre pasado cuando la Academia sueca anunció que Abdulrazak Gurnah había ganado el Premio Nobel de Literatura. Su obra apenas estaba traducida y sus pocos títulos en castellano habían sido editados por sellos que ya han desaparecido. Incluso en su país natal, Tanzania, cuesta encontrar sus libros. No hay nada previsible en Abdulrazak Gurnah. El crisol que describe en sus novelas de estructura clásica y tramas llenas de aventuras escapa a los estereotipos y vagas ideas que circulan sobre el África Oriental.
Leo Messi
El último desafío
A Leo Messi todavía le animan algunos desafíos a sus 34 años después de ganar por séptima vez el Balón de Oro y levantar la Copa América con Argentina en el mítico Maracaná. Aunque el currículo avala su condición de mejor jugador del mundo y seguramente de la historia, su competitividad aumenta con la conquista de los trofeos hasta el punto de que ahora aspira a ganar una quinta Champions. No es un reto cualquiera si se tiene en cuenta que su equipo es el Paris Saint Germain y que alcanzó los cuatro títulos anteriores con el Barça.
El 10 que siempre vivió en Barcelona después de abandonar Rosario a los 13 años se reconcilió por fin con su país en el último torneo cuando lideró a la albiceleste en Brasil. El 11 de julio dejó de ser un “pecho frío” después de cuatro finales perdidas y se convirtió en el capitán de la Argentina que pretende competir por la Copa del Mundo de 2022.
Nunca ganó un Mundial y, por tanto, se desvive también por ser campeón en Qatar y acabar con la última comparación que mantiene con Diego Maradona. A Messi no le consuela estar en paz con Argentina.
Simone Biles
La estrella que destapó el miedo
En el mundo olímpico, la grandeza se mide en oro. Usain Bolt, Michael Phelps, Mark Spitz, Elaine Thompson… Los más grandes, los coronados como reyes y reinas de cada edición, los ídolos de la afición, son aquellos que suman oro sobre oro, y nadie como ellos. Algunos son entronizados antes incluso de empezar a acumular, y hay un deseo de que lo que hagan sea tan excepcional como sus propios sueños. Se sueña con ellos, se sueña con Simone Biles antes de los Juegos de Tokio, el pasado verano. Se analiza su pasado, el de una gimnasta norteamericana de 24 años, hija de una familia desestructurada de Columbus, Ohio, de una madre que no puede criarla y la entrega en adopción a su padre, el abuelo dela niña. Abandona Ohio y se establece en las afueras de Houston, Texas, donde se hace la gimnasta que revoluciona la gimnasia femenina, fuerza, acrobacia y altura, y se convierte en la figura imbatible que suma y suma metales entre mundiales, 25 medallas, empezando en 2013, cuando tiene 16 años, y Juegos Olímpicos, con su apoteosis en Río, donde gana cuatro medallas de oro.