Echarse unos alcoholitos el fin de semana, o después de la jornada diaria, puede que sea parte de las costumbres de muchas personas en el mundo, y la relajación y desinhibición que provoca da pie a topo tipo de situaciones, desde favorables hasta adversas y sorpresivas.
Al razonar esto, un grupo de maestros decide tomarse sus copitas antes de cada clase, dentro de la historia narrada por el danés Thomas Vinterberg en su largometraje Una Ronda Más (Another Round) y los resultados del experimento les cambia la vida diametralmente.
“Tuve que ver a mi propio país para llegar a esta historia... porque hablamos todavía de salud, de una vida saludable, pero bebemos mucho.
“Y también me detuve a pensar en lo que este famoso filósofo existencialista escandinavo (Soren Kierkegaard) afirmó en su momento, que los seres humanos nacimos con una falta de alcohol evidente en la sangre’”, dijo Vinterberg en la presentación de la película dentro del Festival de Cine Internacional de Toronto (TIFF).
Una Ronda Más llega a las salas de cine de México precedida de reconocimiento internacional, pues fue postulada al Óscar por Mejor Dirección y obtuvo la estatuilla a Mejor Película Internacional, además de que fue candidata al Globo de Oro y BAFTA a Mejor Película en Lengua No Inglesa.
Tanto el director y coguionista, como el protagonista, Mads Mikkelsen, quien interpreta a Martin, enfatizaron los razonamientos contradictorios de los seres humanos sobre el alcohol, elíxir para unos, veneno para otros, y que es el detonador emocional de la película.
Martin, como profesor de historia de enseñanza media, se sumerge en una crisis existencial de edad y oficio, y embriaga a sus compañeros, Tommy (Thomas Bo Larsen), Peter (Lars Ranthe) y Nikolaj (Magnus Millang), con ideas, cuestionamientos y argumentos que los desequilibran. Son los docentes de educación física, música y psicología, respectivamente.
“Nos cuestionamos mucho la presencia del alcohol en nuestra vida y cómo nos puede afectar. Por ejemplo, si trabajas en Francia y vas a comer, puedes tomar una copa de vino, te relajas y te regresas a tu trabajo muy ‘suelto’.
“Si estás en Dinamarca y vas a comer, y pides una copa de vino, te relajas, pero pides otra copa y otra hasta que el alcohol se acabó. Nuestras aproximaciones son distintas y la visión puede ser peligrosa”, observó Mikkelsen.
Cada uno con sus distintos compromisos personales, y con diversas asignaturas escolares, se promete tener un nivel de alcohol mínimo cuando vayan a trabajar para ver qué sucede. Al principio se divierten y todo parece ir bien, pero llega el momento del descontrol.
“¿Por qué bebemos alcohol, por qué nos sentimos más libres, más sinceros, más valientes? ¿Por qué recurrimos al alcohol para encontrar valor para muchas cosas? Me pregunto eso... y lo seguiré preguntando”, manifestó el director.
Actor y director coincidieron en que lejos de romantizar al alcohol, o de dar sermones de moral, lo que les interesó fue mostrarse analíticos sobre los efectos que tiene en cada ser humano y cómo puede llegar a destruir vidas si no se le ve con respeto, cuidado y, sobre todo, conocimiento.