En la primera mitad de junio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) observó un aumento anual de 6.02 por ciento, la cifra más alta en tres quincenas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La información del Inegi indica que por componentes, el índice de precios no subyacente tuvo un avance de 10.61 por ciento anual respecto a la primera quincena de junio de 2020, tras aumentar 0.31 por ciento quincenal.
En tanto, el índice de precios subyacente subió 0.35 por ciento en los primeros quince días del sexto mes del año y a tasa anual fue de 4.58 por ciento.
La inflación subyacente se obtiene al eliminar del cálculo del INPC los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles al excluir a los agropecuarios y, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno.
En la quincena de referencia, los precios de los energéticos sobresalieron con un alza a tasa anual de 18.54 por ciento y en los pecuarios fue de 11.48 por ciento.
Mientras tanto, dentro del índice de precios subyacente, en las mercancías destacó el rubro de alimentos, bebidas y tabaco, con un incremento de 5.94 por ciento anual.
En el caso de los servicios, el rubro de otros servicios se encarecieron 4.58 por ciento anual durante la primera quincena de junio.
La variación anual de la inflación en la primera quincena de junio resultó mayor al 5.89 por ciento anual que estimaba el consenso de Bloomberg, al tiempo que superó el objetivo del banco central local.
La Junta de Gobierno del Banxico estableció que, a partir del año 2003, la meta permanente de inflación sería una variación anual del INPC de 3 por ciento y definió un intervalo de variabilidad de más/menos un punto porcentual alrededor de ella.
Cabe mencionar que el INPC tuvo una variación quincenal de 0.34 por ciento en los primeros quince días de junio, lejos de 0.22 por ciento que había previsto el consenso.