PITTSBURGH — El primer triunfo suele generar un incontrolable e irreal optimismo. La primera derrota, lo opuesto.
Los Steelers (1-1) experimentaron ambas sensaciones en las primeras dos semanas. Al triunfo en Búfalo le siguió un desplome en la segunda mitad en casa ante Las Vegas, en un duelo que terminó con varios jugadores en el reporte de lesionados, Roethlisberger incluido.
El jugador de 39 años presenta una lesión en el pectoral izquierdo, que sufrió en algún punto del duelo ante los Raiders. No participó en el entrenamiento del miércoles, pero dijo que hará lo posible para volver y recibir a Cincinnati (1-1).
“No estamos cayendo en pánico”, indicó Roethlisberger. “Es apenas la segunda semana. Estamos 1-1. Perdimos ante un equipo que está 2-0 y fue un juego de un punto hasta el final. Entonces se siente mal, es una derrota desagradable. Pero sabemos que estamos al inicio de la temporada. Todos en la división tienen la misma marca”.
Pero no todos tienen la misma vibra. Roethlisberger advirtió antes del primer partido que esperaba “algunos dolores de crecimiento" con una ofensiva que tiene nuevo coordinador, además de cuatro novatos —incluyendo dos en la línea— que buscan el equilibrio. Sin embargo, una cosa es decirlo y otra experimentarlo.
En muchas ocasiones ante Las Vegas, Roethlisberger quedó solo en el campo del Heinz Field. Fue golpeado 10 veces y capturado 2.
Quizá lo más irritante, no tuvo compañeros para ayudarlo a que se levantara, algo que rara vez ocurrió cuando su amigo y excentro de los Steelers Maurkice Pouncey era quien le entregaba el balón.
No es una imagen deseable, especialmente para una línea que aún tiene que probarse y que busca integración.
La clave para que Pittsburgh salga adelante en una competitiva División Norte en la Conferencia Americana es cuán rápido encajarán todas las piezas. Una cosa es que el juego por tierra sea el peor de la NFL, como lo fue el año pasado. Otra es tener problemas en la creación de espacio para el corredor elegido en la primera ronda Najee Harris, además de mantener levantando a Roethlisberger.
En este momento, la línea está teniendo ambos problemas.
Roethlisberger, como ya es su costumbre, ha aceptado la culpa.
“Todos necesitamos ser mejores”, advirtió. “Eliminar los golpes, tener un mejor juego por tierra. Tener más jugadas importantes, ser más eficientes. Está en todos ayudar en esas situaciones”.