‘Se come vivos a quien se deje’
Sin dar tregua al halloween
‘Se come vivos a quien se deje’
isaelcastillo@elmanana.comPara la iglesia evangélica no hay respuesta al Halloween, fiesta pagana que se mezcla con artes negras y muchos no tienen idea de su origen que evoca espíritus y seres monstruosos cuando debe privilegiarse la vida en la fe.Armando Cruz Mercado, pastor de la iglesia Casa de Pan, destacó, dando el crédito al Ministerio Gracia a Vosotros, en este caso por Travis Allen, que Halloween es una fiesta con más arraigo en Estados Unidos y que, quizá, muchos de quienes celebran esta víspera de todos los santos, no tienen en conocimiento su raíz.Es común, dijo, que los menores celebren vestidos de personajes como monstruos o fantasmas, pidiendo dulces casa por casa y en los adultos, algunos llegan a estar embriagados o cometer actos de libertinaje.Ante todo ello, abunda Cruz Mercado, no se debe caer en la superstición, ya que quienes conocen la palabra de Dios tienen la verdad en su corazón y los malos espíritus en Halloween, como en cualquier otro día, atacan por igual hasta comerse vivo, moralmente hablando, a quien se deje.Añadió el pastor de Casa de Pan, el cristiano tiene no solo en su corazón, sino también en su conciencia y mente la sabiduría y ser precavidos; señala que en Halloween pueden suscitarse situaciones sociales nacidos de la conducta pecaminosa pues es común la ingesta de alcohol y acciones vandálicas.Advierte Armando Cruz Mercado, basado en el Ministerio Gracia a Vosotros, que es muy cierto, que el mayor miedo a la brujas, fantasmas y monstruos, se debe temer a la ira de Dios sobre los pecadores no perdonados.El Halloween, añade, es el momento oportuno para abordar a quienes no creen en Dios o incrédulos al evangelio de Jesús, abordando a amigos y familiares con verdad bíblica.Destacó Cruz Mercado que hay diversas formas de hacer frente al Halloween, especialmente cuando se trasmite a los hijos el porqué no celebrar esta fiesta, entre ellas alertar a sus hijos de no participar y estar listos a las burlas de sus compañeros, entre otras alternativas, pero lo más importante es que la celebración de la víspera de todos los santos es una cuestión de conciencia ante Dios.