River Plate mantuvo vivo el sueño de retener el título de la Copa Libertadores al eliminar este martes a Cruzeiro en los Octavos de Final con una victoria 4-2 en penales tras un global 0-0.
River, con dos atajadas de Franco Armani, fue más efectivo en la definición en los penaltis y se impuso gracias a que todos sus tiradores fueron impecables en sus cobros.
River Plate, al que no le servía el empate sin goles, comenzó presionando desde el primer minuto pese a su condición de visitante y generó algunas jugadas peligrosas, pero falló en las finalizaciones en el primer cuarto de hora.
El segundo tiempo comenzó igualmente eléctrico con jugadas de peligro de lado y lado, que Pedro Rocha y Luis Orejuela fallaron en las finalizaciones para Cruzeiro, y Lucas Pratto y Jorge Carrascal para los Millonarios.
En el minuto 60, el técnico del local, Mano Menezes, decidió darle mayor poder ofensivo a su equipo y mandó a la cancha a Robinho en el lugar de Ariel Cabral, que era decisivo para frenar a los argentinos.
River limitó su ataque a contragolpes y a jugadas con balón parado al parecer esperando los penaltis, mientras que Cruzeiro dio muestras de querer dejar resuelto el duelo en los 90 minutos.
Pero su estrategia le permitió al conjunto argentino generar tres jugadas muy peligrosas por la derecha, principalmente con Matías Suárez, que el zaguero Dedé salvó casi en el límite.
Pese a que Cruzeiro intentó hasta el final, el tiempo se le agotó y tuvo que resignarse a definir la clasificación a los penaltis.