Esto sería a tan solo semanas de la ceremonia de inauguración de los Juegos el 23 de julio. De antemano se decidió que no habrá aficionados provenientes del extranjero en la que se está convirtiendo en una justa olímpica prácticamente para seguir por televisión.
Tokio y varias prefecturas se encuentran en estado de emergencia hasta el 20 de junio. Los contagios han disminuido recientemente, pero la propagación de variantes sigue siendo un tema de preocupación que podría ejercer presión a un sistema médico de antemano al límite.