CIUDAD DE MÉXICO
A finales de septiembre pasado, los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional respondieron en un oficio al Instituto Nacional Electoral que en la actualidad no tienen vínculo o relación alguna con la organización Sí Por México.
El 11 de octubre, 12 días después, los dirigentes nacionales Marko Cortés, del PAN; Alejandro Moreno, del PRI, y Jesús Zambrano, del PRD, se reunieron con los líderes de esa agrupación: el empresario Claudio X. González Guajardo y Gustavo de Hoyos Walther –expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)– para ratificar la coalición Va Por México, que integraron en las elecciones del 6 de junio último y que, de hecho, impulsó Sí Por México.
El encuentro fue a puerta cerrada y el tema central fue detener un eventual proceso de revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador –que paradójicamente promueve Morena–, ya que ven en este ejercicio un proceso costosísimo de ratificación: unos 3 mil 830 millones de pesos, según el INE. Desde el 15 de septiembre, Sí Por México había exhortado a la coalición opositora a interponer una acción de inconstitucionalidad.
Luego de la reunión, en la cual participaron también los coordinadores en la Cámara de Diputados del PAN, Jorge Romero; del PRI, Rubén Moreira, y del PRD, Luis Espinosa Cházaro, el 14 de octubre los partidos siguieron la instrucción y los líderes parlamentarios acudieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a presentar un recurso contra la Ley Federal de Revocación de Mandato.
El ejemplo retrata el nivel de influencia política, pero también la forma en la que opera Sí Por México.
Un movimiento ciudadano horizontal
Sí Por México surgió de manera discreta, en medio de la pandemia, el 20 de octubre de 2020, tras varias reuniones en casa del empresario Claudio X. González, como un intento de contrapeso a López Obrador.
Al principio México Libre, la organización de Felipe Calderón y Margarita Zavala, también fue convocada, pero al no obtener el registro quedó fuera. La invitación se hizo extensiva a Movimiento Ciudadano, pero rechazó unirse a una coalición.
Para diciembre siguiente Sí Por México ya había armado una alianza electoral entre el PRI, PAN y PRD con miras a los comicios federales para la renovación de la Cámara de Diputados en 2021, que luego se transformó en una alianza legislativa.