La temporada navideña del año pasado en Estados Unidos no fue en absoluto la época más maravillosa del año para los servicios de paquetería y los empleados postales: trabajadores enfermos y en cuarentena, y cartas y paquetes apilados en sus centros de distribución, porque los compradores estaban reacios a poner un pie en las tiendas. Para esta época de fin de año, sin embargo, están mejor preparados para un aluvión de trabajo.
Los trabajadores postales se están alistando para otro tipo de crisis de pandemia: inventarios bajos y alteraciones en la cadena de suministro y los puertos, lo que ha generado cierta incertidumbre en cuanto a la entrega de los regalos navideños.
Los trabajadores reportaron desde hace varias semanas un aumento de paquetes navideños.
"Muchos trabajadores dicen: 'Ay no, ¿Aquí vamos otra vez?'", dijo Scott Adams, líder en Portland de la American Postal Workers Union (Sindicato de Trabajadores Postales de Estados Unidos).
El Servicio Postal de Estados Unidos y las empresas privadas de paquetería UPS y FedEx están contratando más personal —unos 230.000 trabajadores temporales— y están tomando otras medidas para evitar verse abrumados de nuevo con paquetes.
Se anticipa que casi 3.400 millones de paquetes crucen el país esta temporada navideña, lo que representa un aumento estimado de 400 millones comparado con el año pasado, dijo Satish Jindel, de ShipMatrix, una empresa con sede en Pensilvania que analiza datos de envíos de paquetes.
Si se incluyen las tarjetas y las cartas, el Servicio Postal de Estados Unidos dice que entregará más de 12.000 millones de piezas.
"La pandemia sigue aquí. La cadena de suministro es un desafío que impactará la forma en que compra la gente y cómo se mueven los productos", dijo Mark Dimondstein, presidente de la American Postal Workers Union, que representa a más de 200.000 empleados postales.
A pesar de la situación precaria, el Servicio Postal, UPS y FedEx están en mejores condiciones para lidiar con el aumento en el volumen y varias tendencias podrían estar a su favor, dijo Jindel.
Hay más personas comprando en tiendas físicas que el año pasado y otras han hecho pedidos en internet con más anticipación porque están conscientes de los problemas en la cadena de suministro, agregó Jindel.
Además, al regresar los trabajadores a sus trabajos, hay menos envíos a casa de artículos de oficina, dijo.
Más importante aún, los servicios de envío se están adaptando después de su experiencia difícil del año pasado, comentó.
El jefe de correos de Estados Unidos, Louis DeJoy, quien se enfrentó a devastadoras críticas el año pasado, pero reportó mejoras en las entregas a tiempo y redujo las pérdidas operativas este mes, dijo que el servicio está preparado para la crisis. "Estamos listos, así que envíennos sus paquetes y su correo", dijo.
Hace un año, más de una tercera parte del correo de primera clase del Servicio Postal iba demorado para cuando llegó Navidad.
Remolques de tráiler llenos con el correo se quedaron estacionados fuera de algunas instalaciones de clasificación postal. Cartas y paquetes se apilaban en centros de distribución. Las demoras aumentaban por días y después, en muchos casos, por semanas.
Dos cosas fueron dolorosamente evidentes: se necesitaban más trabajadores y más espacio, pero ambos asuntos ya han sido abordados.
Para poder lidiar con el mayor volumen, el Servicio Postal está haciendo la transición de más de 30.000 empleados sin carrera al nivel de empleados con carrera para la temporada alta. También ha estado contratando 40.000 empleados temporales y alquilando espacio adicional en más de 100 ubicaciones para asegurar que haya espacio para los paquetes.
El Servicio Postal instaló más de 100 nuevas máquinas de clasificación de paquetes desde noviembre, parte de una inversión planeada de 40.000 millones de dólares a lo largo de 10 años. Además, se espera que se coloquen antes de diciembre más de 50 sistemas capaces de clasificar paquetes grandes. Todo junto, se ha expandido la capacidad a 4,5 millones de paquetes adicionales por día, informaron las autoridades.
Por su parte, UPS está contratando a más de 100.000 empleados temporales en todo el país y sigue agregando aviones y automatizando servicios. Anticipa que casi 90% de sus paquetes fluyan por instalaciones automatizadas para finales del año.
Mientras tanto, FedEx está en el proceso de aumentar su fuerza laboral en 90.000 empleados en todas sus empresas operativas. Se espera que la mayoría de los nuevos empleados se queden en sus trabajados pasadas las fiestas, dijo la empresa.
A pesar de todos los trabajadores adicionales, los servicios de entrega coinciden en que este no es el año para que los compradores dejen las cosas al último.
"Terminen con sus compras navideñas lo más pronto posible", dijo Jim Mayer, vocero de UPS.