Sentencian a ‘El Jefe de Jefes’ por el crimen de ‘Kiki’ Camarena

Ciudad de México Un juez federal sentenció a 37 años de prisión al exlíder del cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, por el homicidio del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, y de un piloto de nacionalidad mexicana, en febrero de 1985. “El Jefe de Jefes”, como se le conoció en su época activa, se encuentra actualmente recluido en un penal federal de Morelos. Asimismo, el juez Cuarto de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales de Jalisco le fijó como reparación integral del daño 20 millones 810 mil, cuatro pesos, con 80 centavos, en moneda nacional, los cuales deberán ser asignados a los familiares de las personas asesinadas. El capo fue detenido en abril de 1989. Finalmente, se le dictó sentencia absolutoria de la parte que se le formuló por el delito de Contra la Salud, en su modalidad de posesión de cocaína con fines de comercializarla mediante su venta, tipificado y castigado en el artículo 195, en relación con el diverso 193, del Código Penal Federal. IMPLICADOS EN EL CASO CAMARENA En los 80, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca “Don Neto” y Miguel Ángel Félix Gallardo ganaron notoriedad como socios fundadores de uno de los primeros carteles de la droga surgidos en México, el de Guadalajara, con la capacidad y logística de producir y enviar grandes cantidades de enervantes a los Estados Unidos. Pero la complicidad de estos tres personales operó no sólo en el narcotráfico donde fueron pioneros. En 1985 fueron acusados de ser responsables del secuestro y posterior asesinato del agente encubierto de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, en Jalisco. De acuerdo con la versión oficial, los tres capos actuaron en venganza luego que Camarena proporcionó información que permitió en 1984 el aseguramiento y desmantelamiento del racho conocido como “El Búfalo”, en Chihuahua”, propiedad de Caro Quintero, que tenía capacidad para cosechar cientos de toneladas de marihuana con los medios de siembra más modernos de la época. La presión de Estados Unidos en ese entonces obligó a una rápida intervención para detener a estos tres sujetos lo que dejó sin cabezas al “Cártel de Guadalajara”. Pero la historia no acabó ahí, aún en prisión, el destino de los tres antiguos socios tomó rumbos diferentes pese a tratarse del mismo caso. Hoy, también su situación jurídica es diferente. He aquí un recuento de qué pasó con ellos. Rafael Caro Quintero Detenido, el 4 de abril de 1985 en Costa Rica y sentenciado en diciembre de 1989 a 40 años, Caro Quintero logró su libertad el jueves 8 de agosto de 2013, tras 28 años de reclusión, gracias a un tecnicismo legal: violación del debido proceso. Pero tras alertar de una inminente salida del capo, Estados Unidos presionó a las autoridades mexicanas por considerar que hubo irregularidades en la decisión del juez que lo liberó. Un tribunal revocó la decisión del juez, pero de nada sirvió. Caro Quintero tuvo al menos 16 horas para abandonar la cárcel de mediana seguridad de Guadalajara sin que alguna autoridad federal o estatal lo impidiera. Desde entonces, permanece en calidad de prófugo de la ley aunque sus abogados han interpuesto diversas acciones para evitar una nueva detención. Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que conduzca a su arresto. Ernesto Fonseca “Don Neto En julio del año pasado, tras cumplir 30 años de 40 en prisión, “Don Neto” salió del penal de Puente Grande, ubicado en Jalisco, para cumplir el resto de su condena en arresto domiciliario. Ya en enero de 2015, un juez federal le concedió el confinamiento domiciliario debido a su avanzada edad y a sus problemas de salud, pero su salida se concretó más de un año después. De esta forma, Ernesto Fonseca cumple desde su casa, en el Estado de México, lo que resta de la sentencia de 40 años que recibió en 1985. Como medidas de prevención, el narcotraficante lleva un brazalete electrónico y es vigilado por un circuito cerrado de televisión y por guardias desplegados en su domicilio.