Según ‘la cruda’… el remedio

Una vez que cese la festividad de las fiestas decembrinas como posada, nochebuena, navidad y fin de año, la cantina ‘El Gallo de Oro’ es el lugar preferido de la población para aquellos que ansiosos buscaran asistencia para sofocar los excesos etílicos que traen las celebraciones de temporada. Juan Delgado su propietario afirmó orgullo que por espacio de 47 años ha atendido a miles de aventureros del exceso que irremisiblemente llegan a su establecimiento en busca de relajamiento y descanso ante las fiestas. La charla con EL MAÑANA la enciende con ánimo y de inmediato presume. “Aquí nació la michelada, yo la invente por allá de 1970, primero era una bebida con similares ingredientes que la michelada de hoy, pero yo la afiné con algunos especiales y se derivó en el clamato preparado que por muchos años ha sido degustado por miles de ávidos paladares”, dijo. Se alista con manos hábiles a preparar su famosa bebida que por mucho tiempo le ha dado fama y prestigio a esta cantina. Don Juan asume un tono solemne cuando declara que el oficio le ha dado la facilidad de analizar las necesidades de sus contertulios, dependiendo “la cruda” es el trago que el recomienda para reanimarse y seguir con la alegría. Indico que en el ‘top ten’ de las bebidas más solicitadas por los parroquianos que buscan ‘curársela’ se encuentra la michelada en primer orden, le siguen ‘los desarmadores’, tequila con cerveza y cocteles preparados, así como otras bebidas compuestas que se preparan al momento y aprecio del cliente. El entrevistado asume una suerte de ‘doctorado’ o ‘autoridad’, para sugerir vías mas eficientes de cómo superar los estragos del consumo inmoderado de bebidas embriagantes, aunque como consejo siempre sugiere el consumo moderado y disfrutar del encuentro social con amigos o en la soledad de huir de la rutina urbana. “Aquí los esperamos con muchas ganas de servirles y apoyarlos a que salgan de esa cruda de las fiestas, aquí los atenderemos como se merecen”, declaró don Juan. Las tradiciones. Son veneradas entre los parroquianos que visitan las cantinas, aquí los reúne la tradición, el encuentro ocasional y de tregua a las celebraciones, siempre don Juan Delgado aguarda el momento de servir y atender a sus clientes.