Secretario de Defensa de EU llega a Irak de sorpresa

El Secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, llegó este martes a Bagdad en una visita sorpresa, en plena ofensiva para expulsar a los yihadistas del autodenominado Estado Islámico de la comarca de Tel Afar, al norte de Irak.

Mattis arribó a la capital iraquí procedente de Jordania, donde ayer estuvo con el Rey Abdalá II; hoy tiene previsto reunirse con el Ministro de Defensa, Erfan al Haiali, y otras autoridades iraquíes, según informó una fuente del Ministerio de Defensa iraquí. En su visita, Mattis supervisará el desarrollo de la ofensiva contra el EI en el norte del país que EU apoya como líder de la coalición internacional y buscará reforzar la coordinación con las fuerzas iraquíes. De acuerdo con el Secretario, los insurgentes del EI están arrinconados por el ejército en ambos extremos del valle del Río Éufrates, que cruza Irak y Siria. Esta es la segunda visita de Mattis a Irak, después del viaje que realizó al país en febrero pasado al inicio de la ofensiva contra el EI en la mitad oeste de la ciudad de Mosul, una campaña militar que concluyó en julio pasado. La ofensiva de Tel Afar, comarca situada a unos 70 kilómetros al oeste de Mosul, comenzó el pasado domingo. La coalición internacional también ofrece cobertura aérea a las tropas iraquíes en Tel Afar y además provee de entrenamiento y asesoramiento militar a las fuerzas gubernamentales. Por su parte, la ONU manifestó que el Gobierno de Irak debería hacer más para ayudar a las miles de mujeres y niñas que sufrieron violaciones, abusos sexuales y otras agresiones por parte del EI. Mediante un informe, elaborado por la oficina de Derechos Humanos y la misión de la ONU en Irak, realizó recomendaciones sobre las formas de mejorar la justicia, aumentar la asunción de responsabilidades y permitir la reparación a las víctimas mientras disminuye el territorio que controla el grupo. Y pidió además a las autoridades que eviten incluir en la partida de nacimiento información sobre el padre que podría provocar discriminación o posible violencia, como ocurre con los hijos de combatientes de EI.