Se siente en las nubes

A punto de llegar a los 50 años, Salma Hayek vive con plenitud y, si alguien le reitera lo bien que se ve, es su marido, el magnate francés Francois-Henri Pinault.

“Cuando me ofrecen papeles en los que tengo que enseñar el cuerpo, como lo hice en la película Americano, hace unos años, él es quien me dice: ‘tú hazlo, porque estás bien buena, y que te vean lo linda que eres’. Yo soy la que duda en enseñar, él no pone ninguna objeción. “Y me lo sigue diciendo, y yo me sigo sintiendo en las nubes y disfruto todos y cada uno de los momentos que vivo porque me siento feliz con mi edad, con mis proyectos, con lo que hago día a día”, afirma Hayek.LE PESA LA EDADSin embargo, la veracruzana de 49 años, acepta que algunas veces sufre agotamiento físico. “Ya no veo tan bien de lejos y la verdad, antes me la pasaba como el conejito Duracell, de un lado para otro, distribuía mi tiempo y me rendía al máximo. “Ahora no. Las desveladas me pegan y si tomo vacaciones, siento que debo tomar un descanso para que se me quite lo cansada”, reflexiona.MOTIVACIÓNLa nominada al Óscar a Mejor Actriz por Frida agrega que su hija, Valentina Paloma, de 7 años, es su eje central.“Mi hija es mi principal inspiración para hacer mi trabajo, ella me motiva a comprometerme todos los días a crecer, a crear. “Los niños son el futuro del mundo y lo que me interesa es que ella y los niños en general, no pierdan su espíritu, ni su imaginación, que se interesen en la lectura. Así, cuando yo tenga nietos, sabré que tendrán muchas historias por compartir”, apunta. Y si algún consejo tiene para la pequeña, añade, es que no sea indisciplinada, como lo fue la propia Salma. “Soy muy apasionada, pero tengo poca disciplina. Me faltó esa disciplina que debió estar en un gen, que se perdió, porque viene de mi papá. “Si hubiera sido más organizada me habría ido mucho mejor. Los buenos hábitos a veces me hicieron falta, y creo que a mi hija le diría eso: como la disciplina, no hay nada”.CINE CON CONTENIDOReconocida como una de las latinas más destacadas en la industria hollywoodense, Salma aboga por el cine de contenido y porque el público se arriesgue a no sólo ver cine comercial, sino otras propuestas. “Todo ha cambiado en el cine y nuestra cultura latina, poco a poco, se ha ido transformando. En la casa la mujer no siempre decide. Si todos van a ver una película, suele ser lo que el señor de la casa prefiere.“Y no, no debería ser siempre así. Hay nuevas propuestas, nuevos directores y directoras que tienen un cine diferente. A nosotras, las mujeres de hoy, nos gustan las películas que no son