Beijing, China
Una mujer rusa estuvo en lo más del podio del patinaje artístico de los Juegos Olímpicos de Beijing la noche del jueves.
No fue la que todo el mundo esperaba.
Y el mismo podio fue una sorpresa.
La rusa Anna Shcherbakova, la campeona mundial que había pasado inadvertida, ejecutó una rutina libre impecable para llevarse la medalla de oro.
Abrumada por la presión, Kamila Valieva — la patinadora de 15 años inmersa en el más reciente escándalo de dopaje del deporte de Rusia — quedó fuera del podio de presea tras una serie de errores que pusieron fin a su sueño olímpico.
“Sigo sin darme cuenta que mis Juegos Olímpicos han acabado. Lo único que sé es que patinado correctamente”, dijo Shcherbakova, quien había quedado segunda detrás de Valieva tras el programa corto. “Estoy tan feliz que aún no caigo en cuenta del resultado”.
Shcherbakova completó sus dos saltos cuádruples para recibir 255.95 puntos, para aventajar a otra compatriota, Alexandra Trusova, quien ejecutó cinco temblorosos saltos cuádurples. Trusova quedó cuatro detrás para la plata y no quedó contenta con los jueces, especialmente por el grado de dificultad de su presentación.
“No estoy feliz con resultado”, dij Trusova, quien, como Valieva, acabó llorando tras la lectura de los resultados. “No puedes estar contenta”.
La japonesa Kaori Sakamoto si estaba feliz. Atrapó el bronce y evitó el 1-2-3 ruso en el podio olímpico.
“No puedo hacer los saltos enormes que hacen las otras, y eso es una enorme desventaja”, dijo Sakamoto, cuyo repertorio no tiene un salto cuádruple pero ejecutó el mejor triple axel de estas justas. “Eso implica que tengo ser perfecta en los elementos”.
Fue lo que hizo la noche del jueves, al igual que Shcherbakova.
La que menos saltos cuádruples puede ejecutar dentro del trío de patinadoras de la controvertida entrenadora Eteri Tutberdize, la rusa de 17 años apeló a una rutina de elevada calidad técnica.
Shcherbakova siguió los pasos de Adelina Sotnikova y Alina Zagitova al darle a Rusia su tercer oro olímpico en el patinaje artístico femenino.
“La importancia de esto es tan grande que aún no pudo asimilarlo. Ahora mismo estoy feliz por haber podido cada aspecto de mi programa”, dijo Shcherbakova. “Sigo sin damre cuenta que la competición acabó y este es el resultado. No entiendo lo que ha pasado”.
En cambio, Valieva estaba inconsolable. Era la gran favorita, pero vuelva a casa sin nada y con una investigación por dopaje que aún debe dilucidarse.
Todo le salió mal en su programa libre, empezando con un vacilante salto ‘salchow’, al compás El Bolero de Maurice Ravel. Sus fallos siguieron, incluyendo una caída al intentar su primer cuádruple. También se cayó en otro cuádruple ‘toe loop’, con lo que no pudo completar la combinación. Para entonces su suerte había sido sellada.
“Pude verla a Kamila, pero tal vez yo no entendía lo que estaba experimentando”, dijo Shcherbakova. “Desde luego que estaba muy nerviosa por ella durante su actuación porque desde el mismo primer salto era evidente que iba a ser algo muy duro y comprendo perfecta lo que una deportista siente en esos momentos”.
Valieva no se detuvo para dar declaraciones a la prensa tras su actuación.
Poco después que Valieva se marchó del hielo, se alistó una ceremonia de entrega de flores que el Comité Olímpico de Internacional había advertido no se realizaría en caso que ella figurase entre las tres primeras. Las medallas serán entregadas el viernes, una ceremonia que tampoco se hubiera escenificado en Beijing si Valieva hubiera conseguido un puesto en el podio.
“Feliz de que tendremos una ceremonia, que nos darán las medallas”, dijo Trusova.
Valieva dio positivo en el campeonato de Rusia en diciembre por un medicamento para el corazón prohibido. Pero el resultado no se anunció hasta la semana pasada, poco después de ayudar a su equipo a conquistar el oro en la prueba por equipos, una presea que está en duda.