Se adapta al agua salada. Arrasa pez diablo con especies de la región

Peligran los catanes, bagres y matalotes ante su voracidad

Luego de que propietarios de mascotas acuáticas lo introdujeran a la región, trayéndolo del interior de la República y de la Unión Americana, el pez diablo (hypostomus plecostomus) se ha extendido a cuerpos acuáticos de toda índole, desde ríos, canales, lagunas, esteros e incluso en la laguna madre, poniendo en riesgo de desaparecer a las especies endémicas de la región norte de Tamaulipas.Fue ecologista y premio estatal en esa rama en 2014, Jesús Elías Ibarra Rodríguez, quien precisó la mañana del lunes que ya se ha detectado este espécimen en cuerpos de agua salados como lo es la Laguna Madre, pese a que este pez de agua dulce, proveniente del trópico sudamericano, específicamente del río Amazonas.“Ese pez está afectando tanto a Río Bravo como a los canales de aquí de la región, en todas las lagunas que tenemos, ya se encuentra esta especie, posiblemente lo hayan introducido las personas que tenían peceras, y cuando no cabía lo llevaron a los canales, lagunas o ríos.Esta es una especie exótica y el problema es que se mete a las cuevas en donde se encuentran los huevos de las especies locales, que son el matalote, el bagre, la tilapia (mojarra), los catanes...se alimente de los huevecillos, ese es el problema, ha bajado mucho la población de las especies nativas o endémicas y está elevando mucho su población”, alertó. Jesús Elías Ibarra Rodríguez. NO SE NECESITAN GRANDES RECURSOS PARA COMBATIRLOIbarra Rodríguez dijo que un llamado a tiempo, puede evitar que este pez erradique las especies locales y pese a lo grave de la situación, precisó que no se necesitan grandes recursos para combatirlo, pues ya se implementó en 2014, un programa piloto en Nuevo Progreso para erradicarlo, mediante torneos de pesca, en donde se incentive la captura de estos especímenes, programa al cual no se le dio seguimiento.Dijo que debido a que no tiene un depredador natural en la región (las aves devoradoras de peces no lo pueden tragar debido a lo punzante y filosas de sus espinas o esqueleto), es mejor sacrificar las especies capturadas en la pesca y no devolverlas al agua, igual para los que la poseen como mascota, “pues va a acabar con las especies endémicas, es una medida drástica, pero que es muy efectiva”, indicó el ecologista galardonado.El activista proambiente, no precisó si hasta el momento, las autoridades federales en la materia, ha implementado acciones al respecto.