Veintitrés llegadas de gol, y México ganó solo por un gol de diferencia, 3-2 contra Corea del Sur.
Fue un partido atípico en el Wiener Neustadt de Austria, para empezar por las 6 bajas de los surcoreanos debido a la Covid-19. El Tricolor se cansó de fallar, a la ofensiva y a la defensiva. La reacción fue explosiva, con 3 goles en 3 minutos 19 segundos, lo que de acuerdo con Ricardo Salazar no ocurría desde 1937. Las anotaciones fueron de Raúl Jiménez, Uriel Antuna y Carlos Salcedo. Por los surcoreanos marcaron Hwang Ui-jo y Kwon Kyung-won.
Mucho se habló del tridente mexicano, el cual falló 10 oportunidades. Hirving Lozano voló el balón al primer minuto, después tiro por encima del travesaño, directo al portero y al poste. Jesús Manuel Corona disparó dos veces en un mano a mano, sin superar al guardameta. Raúl Jiménez erró en un cabezazo, un tiro bombeado y otro potente de media distancia, y uno más cerca del punto penal.
A esas pifias se le agregan los remates errados de Sebastián Córdova, Carlos Salcedo y Charly Rodríguez.
Lo positivo es la cantidad de ocasiones generadas, con un enorme asterisco en la contundencia. Los suplentes Orbelín Pineda y Uriel Antuna le cambiaron la cara al Tricolor, al ingresar al 54’, el primero se despachó con un par de asistencias, la segunda magnifica, tras un taconazo de Raúl y después con un pase milimétrico justo al movimiento de Antuna, quien definió de vaselina. El tercer tanto llegó en táctica fija, cuando Salcedo empalmó de botepronto la pelota.