Uno de los avances más grandes en la humanidad ha sido el desarrollo e innovación en el área científica para mejorar los procedimientos médicos que coadyuvan a salvar miles de vidas al año, pero pocas veces se conocen las mentes brillantes que están detrás de las mejoras tecnológicas en el área de la ingeniería, ciencia y medicina.
Es así que uno de los cirujanos de mayor relevancia a nivel mundial es Russell M. Nelson, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quien, con sus aportes al mundo de la ciencia, ayudó a facilitar las cirugías a corazón abierto para las generaciones actuales.
Nacido en 1924 en la ciudad de Salt Lake, Utah, es un médico cirujano graduado de la Universidad de ese estado de la Unión Americana. Dentro de su trayectoria profesional destaca su colaboración como profesor investigador de cirugía y director de residencia de su alma mater, además de haber participado como autor en diversas publicaciones médicas y también fungiendo como presidente de la Asociación Médica de Utah.
Entre sus logros más destacados en el mundo de la medicina fue cerca del año 1950, cuando pasó a formar parte del equipo de médicos encargados de crear la primera máquina artificial de corazón-pulmón, cuya misión principal es hacerse cargo del trabajo del corazón y los pulmones durante una operación, la cual permitiría realizar cirugías de corazón abierto que no fueran tan riesgosas para los pacientes, ya que estás presentaban un nivel de mortalidad alto, teniendo éxito en su creación para 1951.
A través de esta máquina, Russell M. Nelson fue el primer cirujano cardíaco en realizar la operación en el estado de Utah de manera exitosa. Para 1956 realizó la primera cirugía pediátrica cardíaca a una niña de 4 años, teniendo resultados positivos.
El campo de la medicina tiene un gran camino por recorrer, pero es gracias a los conocimientos, aportes y capacidad de adaptación de Russell y muchos otros médicos a lo largo del mundo, que ha sido posible mejorar el área de estudio para las futuras generaciones, permitiendo que su experiencia ayude a la posteridad a seguir avanzando y descubriendo mejoras que ayuden a desarrollar procesos más eficaces para preservar la salud de los seres humanos.