Bérgamo, Italia
El internacional ruso Aleksei Miranchuk bajó la cabeza y no festejó después de que anotara el cuarto y último gol con el que su Atalanta venció el lunes 4-0 a Sampdoria en la Serie A.
Miranchuk firmó el gol horas después de que la selección nacional rusa fuera excluida de la eliminatoria rumbo al Mundial de Qatar por la invasión de Rusia a Ucrania.
En otras circunstancias, el gol de Miranchuc habría sido digno de gran celebración porque fue extraordinario.
Regateó con el balón entre cuatro defensores y definió con un disparo desde el borde del área.
Después de anotar, Miranchuk subió las manos en señal de que no celebraría. Sus compañeros lo rodearon de inmediato.
Miranchuk es amigo de su compañero ucraniano Ruslan Malinovskyi, quien anotó el jueves contra Olympiakos en la Europa League y celebró subiéndose la casaca para mostrar un mensaje en su camiseta interior que decía “No a la guerra en Ucrania”.
“Estos días han sido difíciles”, dijo el mediocampista de Atlanta, el holandés Marten de Roon. “Ruslan pasa un momento complicado porque su familia y su ciudad están en dificultades… Sin embargo, ellos (Malinovskyi y Miranchuk) siempre conversan. Sólo hay amistad entre ambos”.
Antes del comienzo del partido, el director deportivo de Atalanta, Umberto Marino, dijo que la amistad entre Malinovskyi y Miranchuk era un “ejemplo de cómo deberían ser las cosas”.
“Es una amistad sincera entre ambos chicos que representan a dos pueblos muy similares”, declaró Marino.
Malinovskyi no jugó contra Sampdoria porque se lesionó la pantorrilla durante el calentamiento.