MOSCÚ
La agencia estatal para el control de la pandemia reportó 1.254 nuevos decesos por COVID-19, el mismo conteo que ofreció en la víspera.
Las autoridades confirmaron además 37.120 nuevas infecciones. En las últimas semanas, los contagios parecen seguir una tendencia a la baja, pero siguen siendo más que en las anteriores olas de la pandemia.
El último repunte en contagios y muertes coincide con una baja tasa de vacunación y una actitud pública más laxa hacia el cumplimiento de las precauciones. Aproximadamente el 40% de los casi 146 millones de habitantes del país tienen la pauta de vacunación completa a pesar de que Rusia aprobó una vacuna de desarrollo nacional, la Spunitk V, meses antes que el resto del mundo.
En total, la agencia ha reportado más de 9,2 infecciones confirmadas y más de 261.000 decesos por COVID-19, que convierten a Rusia en el país con mayor mortalidad en Europa.
Algunos expertos creen que la cifra real es aun más alta. Los informes de la agencia nacional de estadística, Rosstat, que contabiliza los fallecimientos atribuidos al coronavirus con carácter retroactivo, revela una mortalidad mucho más elevada. De acuerdo con estos datos, 462.000 personas con COVID-19 perdieron la vida entre abril de 2020 y septiembre de este año.
Las autoridades rusas sostienen que los datos de la agencia de control solo incluyen las muertes en las que el COVID-19 fue la principal causa, y que emplea datos de las instituciones de salud.