MOSCÚ
En una declaración publicada en Instagram, Navalny denunció que las autoridades de la cárcel se niegan a darle los medicamentos correspondientes y a permitir las visitas de su médico.
Dijo también que los controles horarios de la guardia durante la noche equivalen a tortura de privación de sueño.
Navalny, de 44 años, el opositor más estridente del presidente Vladimir Putin, fue arrestado el 17 de enero a su regreso de Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose de un envenenamiento con una sustancia neurotóxica, hecho del que acusa al Kremlin. Las autoridades rusas rechazan la acusación.
Navalny dijo que el envenenamiento en agosto lo llevó a preguntarse sobre la causa de sus trastornos. La huelga de hambre era el único recurso que le quedaba ante el agravamiento de su estado físico, con dolores en la espalda y la pierna derecha e insensibilidad en la pierna izquierda, dijo.
“¿Qué otra cosa podía hacer?”, escribió. “Me he declarado en huelga de hambre para exigir que permitan la visita de un médico invitado como permite la ley. Así que estoy tendido aquí, hambriento, pero todavía con dos piernas”.
El mes pasado, Navalny fue condenado a dos años y medio de cárcel por violar las condiciones de su libertad condicional durante su convalecencia en Alemania. La sentencia deriva de una condena por defraudación en 2014 que Navalny califica de invención y que la Corte Europea de Derechos Humanos falló que era ilegal.
Semanas atrás Navalny fue trasladado de una prisión en Moscú a una colonia penitenciaria en Pojrov, en la región de Vladimir, 85 kilómetros (53 millas) al este de la capital rusa. La instalación llamada IK-2 se caracteriza por su régimen estricto, que obliga a los presos a permanecer de pie durante horas.
El mensaje de Navalny en Instagram incluyó la foto de una carta al jefe de la prisión, fechada el miércoles, en la que se declaró en huelga de hambre.