Una posible Alza de precios impactaría a la frontera, donde se concentra 20% de la población y se genera 22.2% del PIB.
Ronda la inflación
Una posible Alza de precios impactaría a la frontera, donde se concentra 20% de la población y se genera 22.2% del PIB.
Los indicadores macroeconómicos internacionales recientes ya conocidos, continúan impactando en la variación del intercambio peso-dólar y es de esperarse que afecten fuertemente, en el mediano y largo plazo, a una zona económica en particular que incluye más de tres mil kilómetros de la frontera estadounidense con México.El economista Horacio Cervantes Martínez, explica a EL MAÑANA que la afectación de la que habla comprende a 94 municipios de seis estados del norte de la República que representan el 20 por ciento de la población nacional, la cual genera el 22.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.“Más aún, la frontera norte mexicana por sí sola tiene una gran importancia en cuanto al flujo de divisas hacia México, además de que la población fronteriza en cuestión tiene un mayor poder adquisitivo respecto al sur de México”, subraya el economista egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN).20 MILLONES DE FRONTERIZOSPrecisa que por el lado estadunidense son considerados frontera, 48 condados de cuatro estados, 15 ciudades intercomunicadas directamente con una fuerte interdependencia comercial y laboral que engloba a una población en ambos lados de la frontera que ronda los 20 millones de habitantes, incluyendo una fuerte población flotante y sectores económicos como el agrícola, industrial-maquilador y comercial. Este factor indica la gran importancia que tiene la zona fronteriza para el mercado monetario y en especial para el uso de la divisa internacional.Refirió que antes de la depreciación del peso en los últimos meses el INEGI en datos para la balanza comercial de mercancías en México informaba que, en los primeros meses del año, las exportaciones totales variaron negativamente en un 8.83 por ciento y la importación total un 5.53 por ciento.PREVISIÓN PARA TAMAULIPECOSIndicó que en el caso de Tamaulipas los indicadores fluctuaron de manera drástica y están actualizándose por los cambios de día a día según los sectores que se analice, pero en todos ellos hay disminuciones.Respecto a los efectos de un dólar “caro”, expuso que al permanecer un tiempo prolongado la tendencia alcista del dólar respecto al peso se afectarán las expectativas de la inflación baja, y a mayor inflación habrá menor poder adquisitivo en general de todo tipo de bienes de consumo, como lo son: zapatos, ropa, alimentos o refacciones, provocando entre otras causas una baja de la importación de productos de bienes de consumo. Estima que al invertir una mayor cantidad de pesos el poder adquisitivo de las grandes mayorías consumidoras de artículos disminuye, los créditos y compra de maquinaria se incrementan aumentando con esto los costos de producción de algunos sectores industriales locales. ¿Y LOS ASALARIADOS?En general, comenta, la población económicamente activa dependiente de salario en pesos ve disminuida su capacidad de adquirir productos de consumo doméstico, si bien para sectores minoritarios de productores agrícolas, ganaderos y de servicios de exportación y trabajadores profesionales aumentan relativamente sus divisas, es un sector menor que se beneficia de un dólar caro en detrimento de sectores masivos como trabajadores de maquiladoras, servicios y trabajadores agrícolas.De igual forma señaló que al afectar los precios de bienes tanto de consumo como de capital, tanto importadores como consumidores resultan siendo los principales afectados, ya que se paga más por tales bienes y el costo final se traslada al consumidor último. Tan solo en el 2014 la depreciación anual del peso fue de un 13.2 por ciento.Cervantes Martínez añadió que con estas variantes especulativas del dólar se crea una incertidumbre en los demandantes y oferentes del billete verde, que es el alimento para generar desconfianza y aumentar la inestabilidad regional promoviendo que un grupo menor, pero con mayor capacidad de atesoramiento obtengan dividendos a través de la llamada fuga de capitales o traslado de divisas al extranjero, en la expectativa de mayores y más rápida acumulación de ganancias, camino ya transitado en múltiples períodos en esta frontera.Por último mencionó que si bien el gobierno federal se dice vigilante del curso de la oferta y demanda del dólar, no debe descartarse un período de mayor especulación si el Banco de México no interviene con mayor oportunidad para evitar una depreciación mayor del peso respecto al dólar.
Un dólar caro beneficia sólo a un reducido grupo de mexicanos, incluyendo los especuladores, pero macroeconó-micamente no aporta nada al país”. Horacio Cervantes Martínez, economista, .