Cd. de México
La pieza que bailaron Carla Humphrey, consejera del INE, y Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para festejar su matrimonio fue "I don't want to miss a thing" (No quiero perderme nada) de la banda estadounidense Aerosmith.
Hasta Antigua, Guatemala, donde tuvo lugar la boda, no llegó ningún miembro del Gabinete legal a pesar de que estaban invitados. La fiesta terminó pasadas las cinco de la mañana. Más de 300 invitados brindaron con los novios alzando copas con Moet Chandon; hubo vino tinto y digestivos después de la cena.
Los novios pasaron un buen rato en la pista bailando piezas de los ochentas y noventas, principalmente de rock y pop. Así transcurrió el festejo donde al parecer solo una invitada no la pasó muy bien: Paola Félix Díaz a quien se vio con lentes oscuros en su regreso a México en vuelo comercial. Una boda en cinco tiempos La boda entre Humphrey y Nieto fue una fiesta en cinco tiempos.
El viernes, un coctel de recepción; la ceremonia religiosa y luego la civil entre las 7 y las 9 de la noche del sábado; la cena que inició sobre las diez de la noche y el baile que arrancó pasada la medianoche. Para cerrar, un brunch en los jardines del hotel Santo Domingo de Antigua, Guatemala.
El festejo fue a lo grande. El baile estuvo amenizado por un DJ que puso de todo, pero con acento especial en rock de los ochenta y los noventa. Con "I don't want to miss a thing" ("No quiero perderme nada") de la banda estadounidense Aerosmith, los novios abrieron pista entre los aplausos de la concurrencia. Ya pasaba la medianoche y habían terminado de cenar una esfera de carpaccio con aguacate y tártara de atún. Los ravioles rellenos de queso brie con sorbete de limón de segundo plato y como tercer tiempo un robalo crujiente y un asado de tira. De postre se sirvió macarroni de chilacayote. Se bebió de todo. "Había lo que tú pidieras", contó uno de los invitados. Vinos tintos y blancos, licores, digestivos y champaña Moët & Chandon para brindar con los novios.
En algunas mesas la comidilla fue la detención del avión en el que viajaba la ahora ex Secretaria de Turismo de la CDMX, Paola Félix Díaz, con Juan Francisco Ealy, Presidente de El Universal, y Alejandro Gou, productor de teatro y proveedor del Gobierno capitalino. Los pasajeros de la aeronave fueron retenidos por cinco horas el pasado viernes por la tarde en el aeropuerto La Aurora de Guatemala porque agentes policiacos encontraron 35 mil dólares en efectivo distribuidos en 7 sobres blancos que no habían sido declarados para su ingreso.
El dinero, que fue reclamado como propiedad de Ealy para gastos médicos, fue incautado, pero los pasajeros quedaron libres y pudieron participar en todas las actividades que enmarcaron la boda de Nieto y Humphrey. Paola Félix Díaz fue destituida de su cargo como Secretaria de Turismo por la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, por haber viajado en un avión privado. Hasta Antigua, Guatemala, llegaron personajes como la Ministra de la Corte Yasmín Esquivel; la ex presidenta del Tribunal Electoral, María del Carmen Alanís y su esposo Emilio Rabasa; la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores; el analista Javier Tejado; los legisladores Sergio Gutiérrez Luna, de Morena, Javier López Casarín, del Partido Verde, Carolina Viggiano del PRI y Diana Karina Barreras, del PT.
También el ex director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, Jaime Cárdenas, quien acudió solo. Su esposa María de la Luz Mijangos, de quien se había dicho que se presentó en la boda, no acudió y permaneció laborando en la Fiscalía Anticorrupción bajo su cargo.
También respondieron a la invitación los ex gobernadores de Sinaloa, Quirino Ordaz (PRI), y de Querétaro, Francisco Domínguez (PAN), así como la también senadora panista Josefina Vázquez Mota. Ajena al pregón de austeridad de la 4T, la boda se realizó en los salones del Hotel Santo Domingo y los invitados tuvieron a su disposición transporte terrestre a los hoteles aledaños e incluso se ofreció la posibilidad de viajar en helicóptero hacia la capital guatemalteca para algunos invitados que lo solicitaran. La cena duró más de dos horas y fue amenizada por una cantante. Pasada la medianoche vino la música de DJ, el baile de los novios y luego ya la pista repleta con invitados que disfrutaron música retro.
Conforme a testimonios de invitados, los novios pasaron un buen rato en la pista. El festejo programado para concluir a las cuatro de la mañana se prolongó hasta después de las cinco. Ocho horas después los invitados que permanecieron en Antigua y tenían fuerzas para seguir el festejo eran esperados para un brunch en los jardines del hotel.