Además de ser un actor nominado a un Oscar, Matt Dillon es un melómano al que le gusta buscar entre discos viejos y amanecer escuchándolos. Así descubrió, comprando discos en Cuba, al Gran Fellove, el cantante y compositor del que trata su más reciente documental.
Fellove era un gran improvisador y su expansiva voz transmitía la sabrosura de Cuba. Dillon retó a un amigo compositor, Joey Altruda, a encontrar a ese músico en la década de 1990. Una vez que lo localizaron en México, Altruda pensó en grabar un disco con Fellove y entonces desafió a Dillon a filmar el proceso. Pero las grabaciones, tanto del álbum como del video, se quedaron enlatadas por años.
“Quedó un poco de lado, pero siempre creí que era un material increíble”, dijo Dillon en una entrevista reciente por videollamada desde Nuevo México
BELLA HISTORIA
Otra de las cosas que consiguió en esa segunda visita a México fue acceso al archivo del artista gracias a Rocío Montes, la representante de Fellove, quien le permitió entrar a un ático donde estaba toda su correspondencia y fotografías, con lo cual pudo retratar una época extinta.
“Un elemento agradable de que hayan pasado tantos años es que le da profundidad al proyecto, una profundidad que normalmente no tienes”, dijo Dillon. “Otra de las cosas es que se volvió una película más personal... Me resistía muchísimo a salir en la película y ahora estoy en ella y es bastante mi historia”.
Fellove, cuyo nombre verdadero era Francisco Fellove Valdés, nació en La Habana en 1923. Es considerado fundador del movimiento cubano del “filin” inspirado en el jazz y compuso “Mango mangüé”, popularizada por artistas como Celia Cruz y Johnny Pacheco. En la década de 1950 emigró a la Ciudad de México, donde tuvo una fama instantánea pero efímera en la bulliciosa vida nocturna capitalina. Se casó en México y para sus últimos años se había convertido en ciudadano mexicano.
Tras su estreno mundial en San Sebastián, “El Gran Fellove” se presentó en días recientes en el Festival Internacional de Cine de Morelia. Dillon dijo que el hecho de poder estrenar su filme en un festival mexicano era una especie de vuelta a casa para la película.
Originalmente Dillon, quien además de director es productor ejecutivo de la película, pensaba presentarla en persona en Morelia, pero la pandemia le impidió viajar al festival, pues habría tenido que estar en cuarentena y estaba en un rodaje.
PUNTO DE VISTA DISTINTO
Lo que cautivó a Dillon de Fellove fue su voz, exuberante y alegre, que proyectaba de forma natural. De inmediato supo que había algo especial en su música.
Dillon dijo que una de las cosas que más admiraba de Fellove como artista era su poder de improvisación y espontaneidad, pues podía componer mientras cantaba. Son características que también encuentra en actores a los que creció viendo como Marlon Brando, Montgomery Clift y James Dean.