A partir de este mes, las mujeres polacas que quieran comprar la píldora del día después solo podrán hacerlo con receta médica, una exigencia que organizaciones como Amnistía Internacional han calificado de restricción de derechos y de catástrofe para las víctimas de violación.
Restringe Polonia compra de píldora del aborto
A partir de este mes, las mujeres polacas que quieran comprar la píldora del día después solo podrán hacerlo con receta médica, una exigencia que organizaciones como Amnistía Internacional han calificado de restricción de derechos y de catástrofe para las víctimas de violación.
La medida fue aprobada por el Parlamento polaco el pasado mes de junio y, tras su ratificación por el Presidente del país, Andrzej Duda, entra en vigor en medio de una fuerte polémica.Consideramos que esta ley supone un nuevo golpe a los derechos de las mujeres y afectará especialmente a adolescentes y habitantes de áreas rurales, donde es más difícil acceder a un médico, lo que tendrá un impacto catastrófico para las víctimas de violación, señaló en un comunicado la directora de Amnistía Internacional en Polonia, Draginja Nadazdin.Bajo la anterior normativa, cualquier mujer de más de 15 años podía comprar la píldora del día después en una farmacia sin necesidad de receta, pero a partir de ahora deberá antes de contar con el permiso de un facultativo, quien puede negarse a extender la receta si alega la cláusula de conciencia por razones de creencia religiosa.Para los colectivos de mujeres feministas polacas, limitar el acceso a esta píldora tendrá consecuencias muy negativas para las mujeres de un país, que ya cuenta con una de las legislaciones sobre el aborto más restrictivas de Europa.Los críticos a esta medida dicen que la necesidad de receta médica puede demorar la compra de la tableta, que ha de consumirse lo antes posible tras el coito, y conducir a embarazos no deseados, incluso en caso de violación.De hecho, creen que dificultar la adquisición de la píldora del día después producirá un aumento de los abortos ilegales y, por tanto, pondrán en riesgo la vida y la salud de las mujeres que se vean abocadas a recurrir a esta decisión drástica.El principal partido de la oposición en Polonia, la fuerza de centro-derecha Plataforma Ciudadana, considera por su parte que la exigencia de receta hará que este método anticonceptivo deje de estar alcance de las mujeres que vivan fuera de las zonas urbanas, donde no siempre se cuenta con un centro público de salud cercano, y para quienes no puedan pagar por una consulta con un ginecólogo privado.Sin embargo, desde el Gobierno del partido nacionalista-conservador, se defiende la ley y se recuerda que la píldora del día después es un método hormonal de anticoncepción con efectos nocivos para la salud de la mujer.Al tener que consultar a un médico, las mujeres recibirán la información adecuada sobre los efectos que este tipo de píldora anticonceptiva tiene para su salud, ha justificado el Ministro de Sanidad polaco, Konstanty Radziwill.El sector más duro del partido gobernante Ley y Justicia, una formación que se identifica con los valores católicos y tradicionales, ha sugerido que la píldora del día después induce a que las mujeres aborten.De hecho, la Iglesia católica polaca ha aplaudido la nueva ley, que considera una victoria tras años de oposición a que las farmacias polacas dispensen este método anticonceptivo sin supervisión médica.No hay que olvidar que el país tiene una población de unos 38 millones de habitantes, de los cuales el 92 por ciento se identifican como católicos, y uno de cada dos van a misa regularmente.La nueva ley entra en vigor después de que en octubre del pasado año el Gobierno polaco tuviera que dar marcha atrás a otra polémica, la que pretendía restringir aún más el acceso al aborto en Polonia, un país donde ya de por sí existe una legislación que prohíbe abortar en la mayoría de supuestos.Las manifestaciones de miles de mujeres en toda la nación obligó al Gobierno a retirar esa norma anterior, que podría haber aprobado fácilmente gracias a su mayoría absoluta tanto en el Parlamento como en el Senado.